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VELILLAS DEL DUQUE: ¡Cómo pasa el tiempo!..., que diría el poeta. En unos...

¡Cómo pasa el tiempo!..., que diría el poeta. En unos días tan solo vamos a ver que ya ha pasado un mes desde que, de manera entrañable y con toda la parafernalia que le es propia, celebrábamos la última Navidad, entre nieblas, fríos y villancicos por doquier. Y, en realidad, parece que fue ayer cuando todo esto ocurría…
Nuestros pequeños pueblos, que sobreviven como buenamente pueden a estos rigores climáticos del invierno, con muy pocos habitantes ya en el censo de sus poblaciones, esperan con inusitadas ganas que lleguen las grandes fechas marcadas en rojo en el calendario, y sus calles se vuelvan a encontrar mucho más animadas que lo están en estos meses de invierno, cuando cualquier mañana uno puede darse una vuelta por muchas de ellas sin encontrarse con alguien al que darle los buenos días y preguntarle por tal o cual persona del lugar…
Y serán los próximos días de Carnaval cuando ese deseo se vea cumplido en buena parte en muchos de estos pequeños núcleos de población; pues son muchos los habituales del lugar que aprovechan cualquier alto en la actividad laboral diaria para partir del entorno de la ciudad, donde residen de común, y regresar al lugar que, en muchos casos, les viera nacer y donde aún conservan su vieja vivienda, perfectamente remozada y actualizada a las comodidades actuales, o se han construido una nueva, porque “la tierra” sigue tirando mucho…
Todo ello, propicia el que, de momento, estos pequeños pueblos de nuestro mundo rural no hayan llegado a desaparecer de manera radical y aún conserven ese reducto de vida… Pero la pregunta se hace evidente: ¿y así, hasta cuándo?. Quien tenga en sus manos la respuesta cierta o algo parecido a esa respuesta, que lo suelte, a ver si entre todos somos capaces de que estos reductos de población perduren en el tiempo.