Todo parece seguir igual estos días por estos lares, todo en estado latente, todo expectante a la espera de que, de una vez por todas, la primavera, un tanto remolona hasta ahora, proporcione a estas tierras un poco más de luz tras el estallido en el paisaje de multitud de atractivos y vistosos colores que ya están a punto de hacerse visibles en nuestro campo y, con mayor resalte si cabe, en prados, eras y empalizadas; aunque algunos de los árboles de los huertos aquí asentados, no se queden a la zaga y luzcan también sus florecidas ramas como presagio de unos frutos que ya se adivinan no demasiado lejanos.
Y ya, sin solución de continuidad, será preciso iniciar los preparativos tendentes a dejar impecables y en perfecto estado de revista, casas, fuentes, calles y plazas del lugar, porque el tiempo de prevacaciones, días libres, fines de semana con sus puentes más o menos extendidos en días y vacaciones en sentido estricto, puede que nos acerquen hasta aquí a un considerable número de personas tratando de encontrar unos cuantos días de tranquilidad y, de paso, reencontrarse con sus orígenes o los de sus progenitores. Y esto, con la que está cayendo por ahí fuera y a estas alturas de la película, une de una manera cierta y palpable.
Y ya, sin solución de continuidad, será preciso iniciar los preparativos tendentes a dejar impecables y en perfecto estado de revista, casas, fuentes, calles y plazas del lugar, porque el tiempo de prevacaciones, días libres, fines de semana con sus puentes más o menos extendidos en días y vacaciones en sentido estricto, puede que nos acerquen hasta aquí a un considerable número de personas tratando de encontrar unos cuantos días de tranquilidad y, de paso, reencontrarse con sus orígenes o los de sus progenitores. Y esto, con la que está cayendo por ahí fuera y a estas alturas de la película, une de una manera cierta y palpable.