Imitación corona de Recesvinto del tesoro de Guarrazar.
La corona votiva es uno de los principales objetos votivos u ofrenda de carácter permanente que desde la época constantina se hacían a las
iglesias para honrar a Dios. Consistían en grandes cercos de metal precioso, cuajados de pedrería y adornados con pinjantes o pendientes de vidrio, metal, perlas, etc. que después de haber servido para la coronación de un rey, o sin proceder de ésta, se ofrecían por reyes y magnates para ser suspendidas sobre el
altar y debajo del baldaquino, expresando casi siempre alguna inscripción latina el nombre del oferente. Del centro de la corona pendía de ordinario una
cruz votiva que podía servir a la vez para cruz de altar.