Destaca la
pila bautismal situada en una de las
capillas laterales, no en la entrada del templo como era lo habitual. Se caracteriza por ser una de las pocas
pilas de inmersión que todavía se conservan. No está datada aunque se cree es de la época visigoda.
En el pequeño cuadro de la pared del fondo, como dato curioso, una baldosa, con la huella de una mano, que se supone que es del rey, la cual si coincide con las dimensiones de tu mano izquierda, tendrás una gran suerte.