En Vergaño hay un Club, donde, todos los atardeceres, bonitos por cierto si el sol cubre de rojo las calares, haya luz, sol o sombra, llueva o nieve y sin sonido de campana, tocan a arrebato y se dan cita en sus adentros más profundos, los "chicos" y las "chicas" del pueblo. Dicen, entre risas y complicidades, que a "jugarla" van, la partida de las cartas, pero vete a saber qué es lo que harán tratándose de chavales... Pues ya se sabe que a ciertas edades, cuidadín, cuidadín.
Juven.
Juven.