Vi las tierras, las
montañas,
Los riscos de los
montes,
La nada entre los hombres,
A veces en silencios,
Otras con palabras
Y allí, sin yo creerlo,
En aquel
Vergaño chiquito,
Estaba ella, Era Encarna,
La madre de mi hijo,
La mujer de mis sueños
Miguel.