Foto tomada desde la cumbre del Curavacas.
CAMPAMENTOS
ROMANOS EN LA
MONTAÑA PALENTINA
En el siglo I antes de
Cristo el emperador
romano Augusto concentró sus legiones en el norte de la actual provincia de
Palencia para dar el asalto definitivo en el corazón de
Cantabria. Estas operaciones
militares tuvieron lugar en el meridiano Pisuerga - Reinosa - Santander.
En la Montaña Palentina existieron tres campamentos romanos: el de Cantoral (Campus toralis, campamento principal); el campamento de Castriculomen o Castrejón, junto a La Pernía; y el de Cansoles o campamento del Sol, ya en la frontera con
León. Estos tres campamentos suministraron fuerzas militares durante muchos años para conquistar primero y mantener sumisa después la región de la Liébana, con su capital CAMBRACO, junto al Potes actual, en el límite del
Monte Vindium o Picos de Europa.
Las legiones del Campamento de Cansoles ascendieron por la Boca del
Puerto, que así se llamaba Guardo entonces, y por el
río Carrión. Las legiones del campamento de Cantoral pasaron por Cervera y el Pisuerga, y las procedentes de Castriculonem avanzaron cogiendo la altura entre Peña Redonda y el Brezo. Las tres
columnas se encontraron en
La Lastra o La Castra, que debió ser un campamento muy importante. De allí partieron contorneando el Curavacas, pasaron por el
valle y puerto de Pineda para descender por el valle de Liébana a la vega del mismo nombre y Potes. En los picos de la Peña de Cubillo; de Peña Redonda y de Peña Mayor había puestos de observación que vigilaban tanto el paso de las legiones como los movimientos de los indígenas. El puesto de la Peña de Cubillo se llamaba Campus Filelous (Campamento auxiliar), hoy Campijuelo.
Esta guerra se puede dar por finalizada en el 19 a. C., aunque se tiene constancia de rebeliones menores posteriores.