Nunca podré dejar de pensar en
Viduerna. La primera razón es porque allí viven mis abuelos y la segunda porque. . . He crecido allí cada
verano. Un lugar con mil encantos; sus
casas,
calle, parajes, vecinos. . . Aunque los mejor de todo . . . Los nietos (por la parte que me toca) dando vida al
pueblo en el portal de la
iglesia. Un beso muy fuerte para todos.