Carlos Marx dijo: « los productos del cerebro humano, las creencias, tienen el aspecto de seres independientes con cuerpos y mentes capaces de dominar a con los humanos y combatir entre ellos ».
Es más, las creencias y las ideas no sólo son productos de la mente, también son seres mentales que tienen vida y poder. De esta manera, ellas pueden poseernos.
Por eso ellos te dominan y te empujan a tus delirios, a masacrar a los otros, a vomitar crueldades, adorar tus fantasmas, a rayarte de éxtasis, y a otras sublimidades que no pueden alcanzar los animales.
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