La mayoría de las ermitas se elevan sobre templos romanos. La fachada es de ladrillo pero la contrafachada es de piedra. La fachada o portada portada de la ermita antigua fue trasladada y convertida en entrada de la iglesia. Es la entrada que se ve en incrustada en la torre. Cualquiera acostumbrado a ver piedras se da cuenta que a esa torre no le corresponde esta puerta.