Villalba se viste en la tarde de fianl del otoño como sus tejados sus barreras y parte de su bandera. el rojo de sus tierras dorado por la última luz del sol.
Las chopers desnudad en el atardecer, quizás hasta el cierzo haya amainado y la calma haya vuelto al pueblo. Villalba se prepara para despedir el día. Acurrucada y temerosa del rio descansa y suña con el Molino y Regalapisa paraa crecer. Desde la barrera de los Vallejos se divisa un horizonte lejano de desgastadas montañas cántabras, que saaben de muchas leyendas y guardan muchos secretos, tantos como el Nubis o Carrión que serpenteaentre los chopos y busca el mar. Villalba y su rio y sus chopos son todo y si falta algo ya no es nada. Todo recobra la calma antes de dormir. Mañana esperan otras tareas y otrs risas y otros sueños llenaran la vega y animaran el pueblo, que aunque ya no es lo que era, es mi pueblo y una parte de ni vida LDLH
Las chopers desnudad en el atardecer, quizás hasta el cierzo haya amainado y la calma haya vuelto al pueblo. Villalba se prepara para despedir el día. Acurrucada y temerosa del rio descansa y suña con el Molino y Regalapisa paraa crecer. Desde la barrera de los Vallejos se divisa un horizonte lejano de desgastadas montañas cántabras, que saaben de muchas leyendas y guardan muchos secretos, tantos como el Nubis o Carrión que serpenteaentre los chopos y busca el mar. Villalba y su rio y sus chopos son todo y si falta algo ya no es nada. Todo recobra la calma antes de dormir. Mañana esperan otras tareas y otrs risas y otros sueños llenaran la vega y animaran el pueblo, que aunque ya no es lo que era, es mi pueblo y una parte de ni vida LDLH