Esta
carretera, hace años era un
camino de
piedras y tierra, pero transcendental para los habitantes del
pueblo, ya que a través de esta
vía podían llevar sus productos a vender a la villa de Sahagún de
Campos y
comprar otros necesarios para la
casa. Los viajes entonces, cuando esta vía era de
piedra y tierra se hacían en
carros de bueyes ó de mulas; el burro era un animal importantísimo para todo tipo de carga y para que el viajero fuese montado, pues hay que decir que la distancia a la villa era de doce kilómetros; había bastante gente, que el viaje lo hacia andando tanto de ida como de vuelta, eran tiempos de necesidad y de mucho sacrificio, algo que hoy día muchos han olvidado y que no estaría de más recordar a menudo de donde venimos. Sirva esta
foto y este texto, como
homenaje a nuestros antepasados que nos abrieron el camino con su esfuerzo y sufrimiento, aunque dicho camino fuese de piedras y polvo.