La
fuente de Sta. Marina, junto con la del
caño, fueron las dos
fuentes, nunca mejor dicho, las más importantes e imprescindibles para la salud y sostenimiento de los habitantes del
pueblo, hasta la llegada del
agua corriente a las
casas. Hoy día es el mismo agua, pero con la comodidad de abrir el grifo, pues años atrás los vecinos venían con botijos y calderos de metal, a por el precioso agua para llevárselo a las viviendas, así un día y otro año tras año, con el sufrimiento añadido de tener que subir una cuesta con bastante pendiente. El agua de esta fuente tiene unas excelentes propiedades, sobretodo para el
cocido de las legumbres, es único en toda la comarca, prueba de ello, es que muchos vecinos de los
pueblos del alrededor venían a por ello. Otra propiedad importante que tiene esta agua, es la de mantener la piel fina sobretodo en las mujeres, simplemente con lavarse todos los días manos y cara es suficiente, osea que se puede afirmar que es un cosmético natural y con resultados espectaculares. A este agua, también se le han atribuido hace muchísimos años, algún milagro que otro, aunque a día de hoy no se han podido comprobar de momento. Como se puede observar, la estructura de la fuente y alrededor de ella, está en estado lamentable, por supuesto que debido al poco interés de los vecinos y de las autoridades. Así que menos criticar por las
esquinas y manos a la obra.