El edificio del molino lo componen tres partes: vivienda, molino, cuadra y pajares. En el molino hay piedras o muelas cubiertas por un redondo que se llama tambor. Para cubrir las piedras y proteger la harina para cuando esté molida caiga por una boca de dicho tambor. Encima del mismo se colocaban unas andillas con cuatro patas y encima de estas había una tolva o tramolla, como se la quiera llamar. A esas andillas iba acoplada una pieza de madera que se llamaba husillo. Con el movimiento que subía desde la rueda que hacía mover las piedras pegaba en un cribillo y hacía caer el grano a la piedra para hacer la harina. Al entrar el agua en contacto con la rueda de abajo se movía toda la maquinaria del molino. Dicha rueda se llama rodezno y lleva unas hélices y con la fuerza del agua pone la maquinaria en marcha.
Los martillos de picar las piedras se llaman picas. Están hechas de un acero especial que solía saltar en chinitas y se metían en las manos y en los ojos, por eso había que protegerse con gafas. En las manos y cara te hacían hasta sangre. La pieza para levantar las piedras era a modo de tijera y se llamaba cabria; estaba colocada en un costado del tambor que cubría las piedras. En la cabria estaba colgado un husillo a modo de un tornillo grande, al que iba enganchada una pieza de hierro que se llamaba media luna. En la parte de debajo de ésta, hay dos agujeros que se enganchaban a la piedra que también tenía unos agujeros que coincidían con la piedra llamados pitones. Con todo eso que cuento se hacían todos los movimientos con las piedras y se colocaban en un castillete de madera de cuatro patas y allí las picábamos para dejarlas preparadas para que harían buena harina.
Preguntas que ¿cómo moliendo con agua no se mojaba la harina? Pues muy sencillo, por que el molino tiene dos pisos, por el de abajo que se llama caliendas pasa el agua que sale por una compuerta y va hasta el rodezno por un canal de cemento. Esta agua hace moverse todo el molino. Y la harina cae en el segundo piso así que no tiene ningún contacto con el agua y no se puede mojar.
Te lo cuenta un hermano de Mili que vivió de este trabajo en su juventud.
Los martillos de picar las piedras se llaman picas. Están hechas de un acero especial que solía saltar en chinitas y se metían en las manos y en los ojos, por eso había que protegerse con gafas. En las manos y cara te hacían hasta sangre. La pieza para levantar las piedras era a modo de tijera y se llamaba cabria; estaba colocada en un costado del tambor que cubría las piedras. En la cabria estaba colgado un husillo a modo de un tornillo grande, al que iba enganchada una pieza de hierro que se llamaba media luna. En la parte de debajo de ésta, hay dos agujeros que se enganchaban a la piedra que también tenía unos agujeros que coincidían con la piedra llamados pitones. Con todo eso que cuento se hacían todos los movimientos con las piedras y se colocaban en un castillete de madera de cuatro patas y allí las picábamos para dejarlas preparadas para que harían buena harina.
Preguntas que ¿cómo moliendo con agua no se mojaba la harina? Pues muy sencillo, por que el molino tiene dos pisos, por el de abajo que se llama caliendas pasa el agua que sale por una compuerta y va hasta el rodezno por un canal de cemento. Esta agua hace moverse todo el molino. Y la harina cae en el segundo piso así que no tiene ningún contacto con el agua y no se puede mojar.
Te lo cuenta un hermano de Mili que vivió de este trabajo en su juventud.