MARQUESINA.
Durante el mes de Abril he pasado una semana en Villamoronta. Hizo muy buen tiempo.
La primavera estaba queriendo brotar en las hojas de los chopos, las cigüeñas volaban sobre los tejados de la Iglesia y el cereal, magnífico, esperaba sediento la lluvia que por fin ha llegado.
Varias personas de las que aún viajan al pueblo en autobús comentaban conmigo una carencia en la que yo nunca había pensado por viajar siempre en transporte privado: La falta de una MARQUESINA para esperar el autobús.
Animo a las autoridades a solidarizarse con la gente que utiliza el transporte público y a hacer cuanto puedan para que se construya en el pueblo una MARQUESINA que sirva para descansar y proteger del frio y la lluvia a quienes esperan el autobús.
Maralgar.
Durante el mes de Abril he pasado una semana en Villamoronta. Hizo muy buen tiempo.
La primavera estaba queriendo brotar en las hojas de los chopos, las cigüeñas volaban sobre los tejados de la Iglesia y el cereal, magnífico, esperaba sediento la lluvia que por fin ha llegado.
Varias personas de las que aún viajan al pueblo en autobús comentaban conmigo una carencia en la que yo nunca había pensado por viajar siempre en transporte privado: La falta de una MARQUESINA para esperar el autobús.
Animo a las autoridades a solidarizarse con la gente que utiliza el transporte público y a hacer cuanto puedan para que se construya en el pueblo una MARQUESINA que sirva para descansar y proteger del frio y la lluvia a quienes esperan el autobús.
Maralgar.