Monumentos:
VILLANUEVA DE LA TORRE
Desde principios del siglo XI (1039)hasta mediados del siglo XIV (1351), varios documentos hacen referencia a "Villanoua" y "Villa Noua", lógicamente sin referencia al toponímico "de la Torre", que es forzosamente posterior al siglo XIV-XV, momento en el que parece haberse -erigido el torreón que da origen a su denominación Villanueva de la Torre se asienta sobre un pequeño valle de la montaña palentina. En este atractivo valle se conserva todavía un torreón de carácter defensivo, con su propio foso, que podría datarse en torno al siglo XV y que daría origen a su denominación.
(Ver Enciclopedia del Románico, Palencia I, 2002, pág. 495)
TORREÓN DE VILLANUEVA DE LA TORRE.
No parece la actual entidad administrativa de la villa suficiente argumento para explicar la existencia en su solar de una de las más bellas y esplendorosas iglesias románicas de la provincia y una robusta fortaleza defensiva.
Disponemos de pocas citas históric as para fijar con precisión el origen de este edificio fortificado que protegía el tránsito entre las tierras de La Braña y los dominios del curso alto del Pisuerga. Los historiadores apuestan por los últimos años del siglo XIII o los primeros del XIV para datar el período en el que probablemente se edificara el conjunto.
Algún vestigio de barrera defensiva que se ha salvado del total arruinamiento nos permite suponer que el torreón dispuso de barbacana exterior. Un foso perimetral protegía el conjunto fortificado. El sobrio torreón ha sufrido una curiosa sucesión de obras de recrecimiento y posterior desmochamiento, con lo que el camuflaje de su remate almenado original une el aspecto desaliñado que deriva de la pérdida de las hiladas superiores de materiales constructivos.
Se nutre su fábrica de oscuros sillares, que son de irregular talla en el cuerpo central de los muros y de buena factura en los remates angulares. Su planta cuadrada tiende a decrecer a medida que avanza en altura. Repasando detalladamente el interior de los muros pueden apreciarse algunos mechinales que permiten suponer la existencia de cuatro alturas separadas por techumbres de madera.
Se conserva únicamente el torreón central, que muestra aprente estado de buena consolidación. En su abandonado emplazamiento hoy día no tiene otro uso que el de sustento para los aparatosos nidos que las cigüeñas han instalado sobre sus cornisas.
(Martín Jiménez, Carlos Manuel, 2002. Castillos de leyenda -38 rutas por las fortalezas de Castilla y León- Coleccionable de ABC
Desde principios del siglo XI (1039)hasta mediados del siglo XIV (1351), varios documentos hacen referencia a "Villanoua" y "Villa Noua", lógicamente sin referencia al toponímico "de la Torre", que es forzosamente posterior al siglo XIV-XV, momento en el que parece haberse -erigido el torreón que da origen a su denominación Villanueva de la Torre se asienta sobre un pequeño valle de la montaña palentina. En este atractivo valle se conserva todavía un torreón de carácter defensivo, con su propio foso, que podría datarse en torno al siglo XV y que daría origen a su denominación.
(Ver Enciclopedia del Románico, Palencia I, 2002, pág. 495)
TORREÓN DE VILLANUEVA DE LA TORRE.
No parece la actual entidad administrativa de la villa suficiente argumento para explicar la existencia en su solar de una de las más bellas y esplendorosas iglesias románicas de la provincia y una robusta fortaleza defensiva.
Disponemos de pocas citas históric as para fijar con precisión el origen de este edificio fortificado que protegía el tránsito entre las tierras de La Braña y los dominios del curso alto del Pisuerga. Los historiadores apuestan por los últimos años del siglo XIII o los primeros del XIV para datar el período en el que probablemente se edificara el conjunto.
Algún vestigio de barrera defensiva que se ha salvado del total arruinamiento nos permite suponer que el torreón dispuso de barbacana exterior. Un foso perimetral protegía el conjunto fortificado. El sobrio torreón ha sufrido una curiosa sucesión de obras de recrecimiento y posterior desmochamiento, con lo que el camuflaje de su remate almenado original une el aspecto desaliñado que deriva de la pérdida de las hiladas superiores de materiales constructivos.
Se nutre su fábrica de oscuros sillares, que son de irregular talla en el cuerpo central de los muros y de buena factura en los remates angulares. Su planta cuadrada tiende a decrecer a medida que avanza en altura. Repasando detalladamente el interior de los muros pueden apreciarse algunos mechinales que permiten suponer la existencia de cuatro alturas separadas por techumbres de madera.
Se conserva únicamente el torreón central, que muestra aprente estado de buena consolidación. En su abandonado emplazamiento hoy día no tiene otro uso que el de sustento para los aparatosos nidos que las cigüeñas han instalado sobre sus cornisas.
(Martín Jiménez, Carlos Manuel, 2002. Castillos de leyenda -38 rutas por las fortalezas de Castilla y León- Coleccionable de ABC