Hola Antonio, resulta que lo de la tia-abuela Felícitas es una entrada que hay con un enlace que te coloco de nuevo y así lo entenderás, quien no lo ha leído no creo que lo entienda, está en clave de humor, no se si la carta es cierta o no, pero no quita lo bien estructurada y lo simpática que es. (el juez y la zorra)
en este mismo enlace, está toda una página de una persona que por su manera de escribir YA me cae bien, mira un poquito y verás por que.
Los vales de los cafés ¡atención! // aviso//, en el reverso de los vales-café tiene que venir la caducidad, mira y comprobarás los que tienes ---cuando caducan--. y si era pronto cuando pasasteis por aquí, seguro que estaba al menos yo, incomunicada con el sueño, hay día que madrugo y otros no tengo prisa, depende de las circunstancias.
La maldad no tiene motivos, no los necesita, solo existe por la mala-uva de venir de una persona despreciable, hay maldades oscuras y escondidas, se amparan en la sombra, nunca van de frente, son los cobardes y esa maldad es la peor... solo para el que lo siente, normalmente la persona a la que va dirigida esa maldad, la da igual, ni siquiera la toma en cuanta, ¡eso les duele más!, de ahí mi frase de la tia-abuela.
Yo disfruto de la familia, los paseos, el café de hoy en Riaño, estar sentados ensimismados mirando el hermoso reflejo en el pantano, estaba como un espejo, ha sido un día perfecto, eso también son frutos, unos frutos que juntos forman la felicidad de una vida, esa felicidad no es permanente ni continua pero al ser consciente en ese momento de ese sentimiento te hace feliz a ti, y a quien está contigo, esos frutos los atesoro conmigo y los comparto y así se hacen mucho más grandes, lo mejor de esto: que no tienes que pedir nada a nadie, ni pedir permiso para recibirlo, solo ser consciente de ello.
La poesía " me la quedo", por supuesto con nombre del autor, ¡faltaría más!, me ha encantado.
La receta del café... tendré que poner en práctica cuando llegue el calor, ahora la dejo anotada y en cuanto caliente un día el sol que seguro calentará, me lo tomaré y ya te contaré si me gusta, soy clásica, taza de porcelana, grande, grande, caliente y con buen aroma, no lo tomo con hielo ni en verano, me parece que se pierde su sabor característico, pero hay que probar para comprobar, de oídas... ni los truenos, ya te contaré que me parece.
Que sepas que ha sido un placer... hasta pronto.
saludos.
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