Hace muchos años, alguien se fué a Laarkirchen (Ober österreich) y allí estuvo estudiando Alemán durante 3 meses con una profesora particular (Anne Marie) una persona excelente en su corazón, de una bondad exquisita, llegaron a tener mucha amistad hasta el punto de que todavía se escriben y se felicitan, habiendo pasado más de 20 años.
Esta persona ávida de conocer culturas etc. se marchaba los fines de semana a Viena, se quedaba en casa de una amiga de su profesora a la que no conocía, ahí está lo bueno que se tenía que presentar, caer bien, que la permitiera quedarse y no solo ese fin de semana sino los siguientes que ella pretendía ir, (para lo que la tenía que caer bien) y así lo hizo de hecho los siguientes fines de semana la dejaba la llave debajo del felpudo si ella ó su amigo no estaban; desde alli otro finde preparó el pasaporte para poder entrar en Checoslovakia (tardaron 8 dias en darle la autorización para estar un sábado y un domingo en Praga), se compró un billete de ida y vuelta en autobús y 2 noches de hotel, llegó y se encontro que había una chica que quedó sola en la acera y la preguntó ¿estás sola en Praga? y respondió que sí y la preguntó de dondes eres a lo que repondió que era Americana de N. Y., y entonces cómo estar sólo en una ciudad que no conoces a veces resulta triste y más cuando el Checo no hay quien lo entienda pués la preguntó si la importaría que vieran la ciudad juntas y así lo hicieron, entraron a ver el museo de Lennin (que ya no existe) y mira por donde el que estaba allí trabajando era un estudiante que hablaba Inglés y en ése idioma se entendieron los tres y de alli salió otro amistad con éste chico, pasaron juntos el fin de semana y éste les presentó a sus amigos y resultó algo inolvidable por la mezcla de ideologias que allí habia, salimos a cenar a la cervecería mas famosa de Praga y luego nos fuimos a una discoteca (que era en los únicos lugares donde permitían escuchar música moderna) fuera de allí sólo se escuchaba música militar Checa (en radios t. v), lo curioso fué que la discoteca estaba en un segundo piso y custodiado por militares con fusiles, tanto en el descansillo (donde te hacían esperar hasta que había sitio) cómo dentro en los pasillos, donde si ibas al baño, te paraban apuntándote con el fusil, y te preguntaban ¿donde vas? todas éstas vivencias quedaron en su mente grabadas y recordarlas resulta muy, muy gratificante..
Hasta otro capítulo se despide, I.
Esta persona ávida de conocer culturas etc. se marchaba los fines de semana a Viena, se quedaba en casa de una amiga de su profesora a la que no conocía, ahí está lo bueno que se tenía que presentar, caer bien, que la permitiera quedarse y no solo ese fin de semana sino los siguientes que ella pretendía ir, (para lo que la tenía que caer bien) y así lo hizo de hecho los siguientes fines de semana la dejaba la llave debajo del felpudo si ella ó su amigo no estaban; desde alli otro finde preparó el pasaporte para poder entrar en Checoslovakia (tardaron 8 dias en darle la autorización para estar un sábado y un domingo en Praga), se compró un billete de ida y vuelta en autobús y 2 noches de hotel, llegó y se encontro que había una chica que quedó sola en la acera y la preguntó ¿estás sola en Praga? y respondió que sí y la preguntó de dondes eres a lo que repondió que era Americana de N. Y., y entonces cómo estar sólo en una ciudad que no conoces a veces resulta triste y más cuando el Checo no hay quien lo entienda pués la preguntó si la importaría que vieran la ciudad juntas y así lo hicieron, entraron a ver el museo de Lennin (que ya no existe) y mira por donde el que estaba allí trabajando era un estudiante que hablaba Inglés y en ése idioma se entendieron los tres y de alli salió otro amistad con éste chico, pasaron juntos el fin de semana y éste les presentó a sus amigos y resultó algo inolvidable por la mezcla de ideologias que allí habia, salimos a cenar a la cervecería mas famosa de Praga y luego nos fuimos a una discoteca (que era en los únicos lugares donde permitían escuchar música moderna) fuera de allí sólo se escuchaba música militar Checa (en radios t. v), lo curioso fué que la discoteca estaba en un segundo piso y custodiado por militares con fusiles, tanto en el descansillo (donde te hacían esperar hasta que había sitio) cómo dentro en los pasillos, donde si ibas al baño, te paraban apuntándote con el fusil, y te preguntaban ¿donde vas? todas éstas vivencias quedaron en su mente grabadas y recordarlas resulta muy, muy gratificante..
Hasta otro capítulo se despide, I.