Buenos dias LUCIANA, casi puedo oler el pan recien hecho. Con ese aroma único e inconfundible que desprende el pan aún caliente. Mi santa madre decía que era malo comer el pan recien sacado del horno. Había que esperar que "se posara". ¡Qué entrañables recuerdos!... Y con cuanta dedicación se hacía el pan en aquellos dias. Se calentaba el horno a base de leña y cuando ya estaba bien caliente lo limpiaban perfectamente, con una pulcritud extrema, se pasaba una escoba con un paño mojado para dejar la trébede del horno inmaculado. Despues se procedía a ir colocando los panes, previamente amasados, reposados y dado forma, de forma que cupiesen todos y al final se ponian las tortas, cerca de la boca del horno para poder sacarlas antes.
Recuerdos entrañables de una época que me ha recordado ésta bonita fotografía que nos regalas de un pan modernamente horneado.
Un abrazo mañanero LUCIANA, y saludos a todos/as.
Recuerdos entrañables de una época que me ha recordado ésta bonita fotografía que nos regalas de un pan modernamente horneado.
Un abrazo mañanero LUCIANA, y saludos a todos/as.