Invernal (Fragmento)
Yo estoy con mis radiantes ilusiones
y mis nostalgias íntimas,
junto a la chimenea
bien harta de tizones que crepitan.
Y me pongo a pensar: ¡Oh! ¡Si estuviese
ella, la de mis ansias infinitas,
la de mis sueños locos
y mis azules noches pensativas!
¿Cómo? Mirad:
De la apacible estancia
en la extensión tranquila
vertería la lámpara reflejos
de luces opalinas.
Dentro, el amor que abrasa;
fuera, la noche fría;
el golpe de la lluvia en los cristales,
y el vendedor que grita
su monótona y triste melopea
a las glaciales brisas. Rubén Dario
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así estoy junto a la chimenea con una taza de chocolate humeante en la mano saboreando esta tarde de lluvia, bien cubierta y calentita y me da por pensar.. la cantidad de personas que están, a la lluvia de otras gotas que calan igual y sin taza con la que calentarse las manos y el estómago, mientras otros muchos ríen sus felonías y se frotan las manos de lo bien que les ha salido la jugada, ¡esos dineritos apañados lo que están produciendo!.
Yo estoy con mis radiantes ilusiones
y mis nostalgias íntimas,
junto a la chimenea
bien harta de tizones que crepitan.
Y me pongo a pensar: ¡Oh! ¡Si estuviese
ella, la de mis ansias infinitas,
la de mis sueños locos
y mis azules noches pensativas!
¿Cómo? Mirad:
De la apacible estancia
en la extensión tranquila
vertería la lámpara reflejos
de luces opalinas.
Dentro, el amor que abrasa;
fuera, la noche fría;
el golpe de la lluvia en los cristales,
y el vendedor que grita
su monótona y triste melopea
a las glaciales brisas. Rubén Dario
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así estoy junto a la chimenea con una taza de chocolate humeante en la mano saboreando esta tarde de lluvia, bien cubierta y calentita y me da por pensar.. la cantidad de personas que están, a la lluvia de otras gotas que calan igual y sin taza con la que calentarse las manos y el estómago, mientras otros muchos ríen sus felonías y se frotan las manos de lo bien que les ha salido la jugada, ¡esos dineritos apañados lo que están produciendo!.