El mercado, casi casi no lo he visto, a carrera por las cosas pendientes de hacer, pero si, calcetines de invierno la mar de buenos y baratos,... digamos a buen precio, bufandas grandes y estrafalarias que quedan monísimas, de todos los colores y se ponen con ánimo de combatir el frio, zapatos preciosos, de salón, altísimos, con unas plataformas de mareo, total de todo, vestidos ya de fiesta, para las Navidades, brillantes, escotados, largos y ajustados, lo perfecto para pillarte una pulmonía si vas lejos pero eso sí, ¡monísima, vas de lujo!, te compras uno de esos vestidos llegas a casa y abres el armário, ¿anda que me pongo por encima de este vestido?, esto no pega, esto es horrible, esto no me va, ¿me tengo que comprar algo especial para llevar debajo el vestido?- ¡ni de coña!, este fular estraestupendomaravilloso y ¡ya está!, eso si, comprueba que el antibiótico está en el botiquín y la caja ¡llena!, ya sabes una semana mínimo hagamos las cosas bien, y eso por no comprar un chisflus especial para fiestas, que nunca volverás a ponerte, que no sabes lo que te va a costar, pero que evitaría la medio-pulmonía que vas a pillar, ¡ay la juventud! --que cosa, quien volvería a pillar un enfriamiento de tres pares de.. y ponerse ese vestido sin hombreras con un escote de vértigo que quita la respiración, hombre en confianza, tu con el vestido puesto tampoco es que respires mucho, pero no importa, los que esa noche te vean, difícilmente van a olvidar que te han visto. ¡que pasa!, también he sido joven y muy presumida, y aquí acabo las elucubraciones proporcionadas por un vestido plateado sin espalda y ajustadísimo que he visto y me ha encantado.
Me pongo mi delantal y ¡a la comida!, se presenta mi chico y me encuentra de esta guisa embelesada... y no sabe que está pasando.
saludos.
Me pongo mi delantal y ¡a la comida!, se presenta mi chico y me encuentra de esta guisa embelesada... y no sabe que está pasando.
saludos.