¡Menos mal!, ya podemos sin más tomar café sin buscar demasiado, leer a sorbitos, sorbitos a letras que se animan y juntan a palabras, palabras amigas que se reúnen con el café y forman pensamientos, de amor, de salud, de desamores, de orgullo y de libertad, Esto de colocar la nariz encima de un buen aroma, saborear antes de que llegue a la boca y poner el pensamientos en un poema, me hace pensar o... es pecado o engorda, pero no voy a perder ni un segundo en pensar más, prefiero saborear con el gusto del cuerpo y del alma. Gracias.
Saludos.
Saludos.