El otoño se acerca con muy poco ruido:
apagadas cigarras, unos grillos apenas,
defienden el reducto
de un verano obstinado en perpetuarse,
cuya suntuosa cola aún brilla hacia el oeste.
Se diría que aquí no pasa nada,
pero un silencio súbito ilumina el prodigio:
ha pasado un ángel
que se llamaba luz, o fuego, o vida.
Y lo perdimos para siempre.- Ángel González.
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Y mientras hago tiempo por mi comida de hoy.
Leo este poema, ¡ah! otoño! querido ansiado y perfecto hasta que llega el invierno que es mi paraíso. Te leo otoño, con ganas y con alegría en el alma, ¿que se puede hacer con algo que no se puede evitar?, pues, o te dispones a disfrutar o te dispones a sufrir, yo disfruto, llegará dentro de poco... allá a lo lejos le veo llegar... el otoño, estación mágica de preparación, de sensibilidad de sentir como todo se trasforma en algo espectacular, los colores los olores, la sensación de que algo está a punto de ocurrir, no se sabe cuando, se adivina porque la espera está ahí, la llegada del invierno siempre me parece tardía, la salida del invierno siempre me parece prematura, al final tendré que ir a vivir a Groenlandia... o mejor no, me quedo y así espero con ilusión, o mejor sí, me busco algo más cercano a Groenlandia donde la espera sea más corta.
Me voy con mi comidita que ya está a punto.
Saludos y salud para todas las personas de buen corazón.
apagadas cigarras, unos grillos apenas,
defienden el reducto
de un verano obstinado en perpetuarse,
cuya suntuosa cola aún brilla hacia el oeste.
Se diría que aquí no pasa nada,
pero un silencio súbito ilumina el prodigio:
ha pasado un ángel
que se llamaba luz, o fuego, o vida.
Y lo perdimos para siempre.- Ángel González.
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Y mientras hago tiempo por mi comida de hoy.
Leo este poema, ¡ah! otoño! querido ansiado y perfecto hasta que llega el invierno que es mi paraíso. Te leo otoño, con ganas y con alegría en el alma, ¿que se puede hacer con algo que no se puede evitar?, pues, o te dispones a disfrutar o te dispones a sufrir, yo disfruto, llegará dentro de poco... allá a lo lejos le veo llegar... el otoño, estación mágica de preparación, de sensibilidad de sentir como todo se trasforma en algo espectacular, los colores los olores, la sensación de que algo está a punto de ocurrir, no se sabe cuando, se adivina porque la espera está ahí, la llegada del invierno siempre me parece tardía, la salida del invierno siempre me parece prematura, al final tendré que ir a vivir a Groenlandia... o mejor no, me quedo y así espero con ilusión, o mejor sí, me busco algo más cercano a Groenlandia donde la espera sea más corta.
Me voy con mi comidita que ya está a punto.
Saludos y salud para todas las personas de buen corazón.