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NO VOLVERÉ A SER JOVEN
Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde
-como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.
Dejar huella quería
y marcharme entre aplausos
-envejecer, morir, eran tan sólo
las dimensiones del teatro.
Pero ha pasado el tiempo
y la verdad desagradable asoma:
envejecer, morir,
es el único argumento de la obra. Jaime Gil de Biedma.
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¡que mala suerte tenemos!, cuando nos damos cuenta que el tiempo que tienes en tu vida va a toda prisa, han pasado los mejores años, ¿será parte del carácter humano la inconsciencia?, luego llegan premios, a veces merecidos a veces no, hijos que se hacen grandes hombres, hijas valientes que deslumbran, nietos que valen todo su peso en diamantes, por todo eso se aleja la tristeza, de no haber aprovechado mejor esta efímera vida, de no haber arriesgado en su momento, de ese impulso sofocado que deja en tu recuerdo un sabor amargo, ¡cosas de la vida nos decimos!, ¿será para consolarnos?.
Saludos y salud a todas las personas de buen corazón.
Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde
-como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.
Dejar huella quería
y marcharme entre aplausos
-envejecer, morir, eran tan sólo
las dimensiones del teatro.
Pero ha pasado el tiempo
y la verdad desagradable asoma:
envejecer, morir,
es el único argumento de la obra. Jaime Gil de Biedma.
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¡que mala suerte tenemos!, cuando nos damos cuenta que el tiempo que tienes en tu vida va a toda prisa, han pasado los mejores años, ¿será parte del carácter humano la inconsciencia?, luego llegan premios, a veces merecidos a veces no, hijos que se hacen grandes hombres, hijas valientes que deslumbran, nietos que valen todo su peso en diamantes, por todo eso se aleja la tristeza, de no haber aprovechado mejor esta efímera vida, de no haber arriesgado en su momento, de ese impulso sofocado que deja en tu recuerdo un sabor amargo, ¡cosas de la vida nos decimos!, ¿será para consolarnos?.
Saludos y salud a todas las personas de buen corazón.