hay en villarmentero un lugar unico, de pequeño recreo, de siesta castellana, de sombra al peregrino, de asueto al aburrido, de alimento sin hambre, custiodado por tres majestuosos guardianes, es testigo silencioso del viento, del sol, de las risa, lloros, confidencias, robados besos, de modelo sin talla, es mi lugar en el mundo, es EL VIVERO.