Tenia yo seis o siete años, la hora de la
siesta era sagrada y habia que guardar silencio, de pronto TOQUE DE ARREBATO, la primera vez que yo oía, la gente corre, unos se apañan la camisa como pueden otros ni camisa llevan...¡ es en el
camino de Castil! gritaban y allá me fui. Al llegar a las traseras de
las eras, el fuego ardía en el horizonte y, como hormigas de todos los
pueblos corrian a apagarlo.
Aquella imagen se me quedó grabada ¿solidaridad lo llaman?, si ni nombre necesita, es mi
... (ver texto completo)