Espera majo, mis hijos y mis nietos ya saben que tienen sangre castellana, comunera y carlista como la de mi abuelo Aniano (¡hole!).
El
campo lo veo cada año el 23 de abril pisando tierra de Villalar, no es la mia, pero me hace respirar profundamente cuando bajo del
coche.
Algún día iré, seguro, mientras tanto, desde
Madrid, haré todo lo que pueda para que nuestra tierra no siga durmiendo y que sus hijos (como tuvieron que hacer mis padres) no busquen en otro lugar su forma de vida.
Saludos
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