Buenas tardes BENJAMIN y a todos/as: ¡Sí señor, hay que hacer lo imposible por poder ir en Agosto y revivir aquellos bonitoa años!.
Naturalmente con su correspondiente misa y procesión, si aún se hace.
Ahora será, para mi particularmnte, muy diferente pues las penurias de aquellos dificiles años han pasado. Y de los que, de momento, escribimos en éste foro no teneis recuerdo, afortunadamente. Perdón, tal vez sí lo recuerde Pepin por que somos coetáneos.
El dia de San Lorenzo no había familia que se preciase en éste maravilloso municipio que no estrenara. ¡Por que el dia de la fiesta había que estrenar, faltaría más!. Los más pudientes estrenaban incluso zapatos, pero nosotros, de condición mucho más humilde seguiamos con las consabidas alpargatas, ¡eso sí, nuevecitas!. Recuerdo nítidamente aquellos vestiditos iguales que nos hizo mi madre, a mi hermana y a mi, de tergal de color amarillo con florecitas y unos bolsillos enormes que por lo visto era lo último en moda. Era una novedad, ésta tela, adquirida en Barruelo pues no se arrugaba, decian, y así era.
¡Cuántos retazos de extraordinaria memoria!, y todo gracias a un bellísimo y ensoñador pueblecito en el corazón de La Montaña Palentina, Villavega.
Un saludo afectuoso amigos.
Naturalmente con su correspondiente misa y procesión, si aún se hace.
Ahora será, para mi particularmnte, muy diferente pues las penurias de aquellos dificiles años han pasado. Y de los que, de momento, escribimos en éste foro no teneis recuerdo, afortunadamente. Perdón, tal vez sí lo recuerde Pepin por que somos coetáneos.
El dia de San Lorenzo no había familia que se preciase en éste maravilloso municipio que no estrenara. ¡Por que el dia de la fiesta había que estrenar, faltaría más!. Los más pudientes estrenaban incluso zapatos, pero nosotros, de condición mucho más humilde seguiamos con las consabidas alpargatas, ¡eso sí, nuevecitas!. Recuerdo nítidamente aquellos vestiditos iguales que nos hizo mi madre, a mi hermana y a mi, de tergal de color amarillo con florecitas y unos bolsillos enormes que por lo visto era lo último en moda. Era una novedad, ésta tela, adquirida en Barruelo pues no se arrugaba, decian, y así era.
¡Cuántos retazos de extraordinaria memoria!, y todo gracias a un bellísimo y ensoñador pueblecito en el corazón de La Montaña Palentina, Villavega.
Un saludo afectuoso amigos.