EL PINCHO.-Se practicaba con un palo de unos 50 ctm de largo y de dos otres de grueso.
El juego consistia en clavar el pincho, lo más hondo posible, intentando derribar a la vez alguno de los clavados con anterioridad; derribo que, de producirse, daba lugar a su lanzamiento a lo lejos, mediante un golpe con el propio pincho. Mientras su dueño iba a recogerlo, el resto de jugadores debian clavar el suyo, tantas veces como mandara el lanzador, con el grito de "A por cuatro, diez...". De regreso el derribado, clavaba el suyo en el medio y se reiniciabe el juego de los derribos. Pero si llegaba y clavaba antes de que alguno hubiera terminado su cupo de pinchazos, cambiaban los papeles.
El juego consistia en clavar el pincho, lo más hondo posible, intentando derribar a la vez alguno de los clavados con anterioridad; derribo que, de producirse, daba lugar a su lanzamiento a lo lejos, mediante un golpe con el propio pincho. Mientras su dueño iba a recogerlo, el resto de jugadores debian clavar el suyo, tantas veces como mandara el lanzador, con el grito de "A por cuatro, diez...". De regreso el derribado, clavaba el suyo en el medio y se reiniciabe el juego de los derribos. Pero si llegaba y clavaba antes de que alguno hubiera terminado su cupo de pinchazos, cambiaban los papeles.