Bonita y completísima fotografía Pedro, gracias por subirla.
De momento por aquí en esto no parece que de momento nos ataña pero..."cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar", que dice el refrán.
No obstande dejo la noticia que como deciamos antes "el saber no ocupa lugar".
MICOLOGÍA:
Diez pueblos de Palencia exigirán el pago de una tasa para recoger setas
Casi 15.000 hectáreas de 25 montes se han sumado al sistema de regulación de aprovechamientos micológicos.
21.10.12 - 11:37 -
MARCO ALONSO | PALENCIA
El otoño ya ha hecho su aparición en el calendario y con su llegada comienza la temporada micológica, una campaña marcada por la necesidad de pagar una tasa para poder recolectar setas en cerca de 15.000 hectáreas, ubicadas en 25 montes de utilidad pública de diez pueblos de la provincia de Palencia.
Los lugares en los que se tendrá que pagar esta tasa para poder coger setas están ubicados en Buenavista de Valdavia, Pino del Río, Ampudia, Villota del Páramo, Bárcena de Campos, Mantinos, Barruelo de Santullán y Salinas de Pisuerga, mientras que Brañosera y Villalba de Guardo han comunicado su intención de incorporarse al sistema de regulación de aprovechamientos micológicos y están a la espera de ser adheridas.
El pasado año fueron 22 los montes de utilidad pública que se sumaron a este sistema de regulación, y ese año se han adherido otros tres con el objetivo de preservar sus recursos. No obstante, aún pueden adherirse más municipios y propietarios a este modelo.
Los permisos para la recogida de setas se pueden retirar en los ayuntamientos de las localidades adscritas, y los precios varían dependiendo del municipio, pero la mayoría de ellos cobran una cantidad simbólica a los residentes y mucho mayor a los foráneos, con la intención de premiar al recolector local y evitar la sobreexplotación.
Palencia es la provincia de Castilla y León que cuenta con un mayor número de asociaciones micológicas. El presidente de una de ellas, Luis Javier Alonso, de la Asociación Corro de Brujas, opina que es necesario legislar, pero que aún hay que dar muchos pasos para lograr una normalización que deje satisfechos a propietarios, municipios y recolectores. «La regulación de la micología es vital para defender el recurso, pero debe ser para el disfrute de todos, valorando por encima de todo los fines científicos, educativos y sociales», apuntó Luis Javier Alonso, que aboga por la creación de una ley micológica.
«Hay una enorme falta de normativa, y antes de solicitar tasas, se debería legislar», señaló.
Por su parte, el director de la cátedra de Micología de la Universidad de Palencia, Juan Andrés Oria, opina que la regulación es imprescindible para limitar los abusos que se están dando en la actualidad. «Se hacía inevitable, para acabar con el saqueo de recursos naturales. Hay zonas de España con mucha producción que son literalmente saqueadas por personas que recolectan grandes cantidades con una actitud casi militar», afirmó Oria.
La tendencia de los últimos años ha puesto de manifiesto un notable retraso en el inicio de la temporada micológica, debido a la ausencia de humedad en las zonas de recolección durante los meses de agosto y septiembre, un fenómeno que se ha repetido esta campaña, por lo que se prevé más breve, pero no necesariamente peor de lo normal.
La falta de lluvias a lo largo del periodo estival conlleva a la rebaja notable de especies como el níscalo (lactarius deliciosus), que solo se podrá encontrar en grandes cantidades en Palencia en zonas de la Valdavia y La Ojeda, los dos únicos lugares en los que se registraron tormentas a lo largo del verano. Prueba de la escasez de este hongo en los pinares de la provincia es su precio actual en el mercado, que ronda los 30 euros el kilo.
En lo referente a la seta de cardo, que cada año atrae a la mitad sur de la provincia a numerosos aficionados dispuestos a llenar sus cestas, la temporada ha comenzado bien y su precio en el mercado puede ascender hasta los 40 euros el kilo.
La estrella de la campaña volverá a ser el boletus pinícola, una especie muy apreciada que suele aparecer en los pinares de la mitad norte, sobre todo en Osorno y Saldaña. El año está siendo bueno para esta especie en zonas del norte de España, pero en Palencia aún no se ha visto mucho. La gran presencia de boletus en zonas como Galicia ha hecho que el precio de mercado baje drásticamente hasta los 35 euros, aproximadamente, a pesar de que en Palencia no han hecho aún acto de presencia.
Uno de los hechos que más llama la atención a los recolectores de setas que copan los pinares y perdidos de las tierras palentinas es la bajada de la media de edad de los recolectores. Hace unos años el perfil del recolector era el de un hombre de mediana edad, pero la llegada de la crisis y el elevado número de parados ha hecho que los jóvenes desempolven sus cestas con el objetivo de vender sus setas, comerlas o simplemente de ocupar las horas del día.
Esta novedad ha sido observada por Juan Andrés Oria de Rueda. «La realidad social que vivimos hace que los hábitos de la gente cambien y en la actualidad los recursos micológicos son un bien del que se benefician muchas familias en malos momentos económicos», apunta este experto en micología.
De momento por aquí en esto no parece que de momento nos ataña pero..."cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar", que dice el refrán.
No obstande dejo la noticia que como deciamos antes "el saber no ocupa lugar".
MICOLOGÍA:
Diez pueblos de Palencia exigirán el pago de una tasa para recoger setas
Casi 15.000 hectáreas de 25 montes se han sumado al sistema de regulación de aprovechamientos micológicos.
21.10.12 - 11:37 -
MARCO ALONSO | PALENCIA
El otoño ya ha hecho su aparición en el calendario y con su llegada comienza la temporada micológica, una campaña marcada por la necesidad de pagar una tasa para poder recolectar setas en cerca de 15.000 hectáreas, ubicadas en 25 montes de utilidad pública de diez pueblos de la provincia de Palencia.
Los lugares en los que se tendrá que pagar esta tasa para poder coger setas están ubicados en Buenavista de Valdavia, Pino del Río, Ampudia, Villota del Páramo, Bárcena de Campos, Mantinos, Barruelo de Santullán y Salinas de Pisuerga, mientras que Brañosera y Villalba de Guardo han comunicado su intención de incorporarse al sistema de regulación de aprovechamientos micológicos y están a la espera de ser adheridas.
El pasado año fueron 22 los montes de utilidad pública que se sumaron a este sistema de regulación, y ese año se han adherido otros tres con el objetivo de preservar sus recursos. No obstante, aún pueden adherirse más municipios y propietarios a este modelo.
Los permisos para la recogida de setas se pueden retirar en los ayuntamientos de las localidades adscritas, y los precios varían dependiendo del municipio, pero la mayoría de ellos cobran una cantidad simbólica a los residentes y mucho mayor a los foráneos, con la intención de premiar al recolector local y evitar la sobreexplotación.
Palencia es la provincia de Castilla y León que cuenta con un mayor número de asociaciones micológicas. El presidente de una de ellas, Luis Javier Alonso, de la Asociación Corro de Brujas, opina que es necesario legislar, pero que aún hay que dar muchos pasos para lograr una normalización que deje satisfechos a propietarios, municipios y recolectores. «La regulación de la micología es vital para defender el recurso, pero debe ser para el disfrute de todos, valorando por encima de todo los fines científicos, educativos y sociales», apuntó Luis Javier Alonso, que aboga por la creación de una ley micológica.
«Hay una enorme falta de normativa, y antes de solicitar tasas, se debería legislar», señaló.
Por su parte, el director de la cátedra de Micología de la Universidad de Palencia, Juan Andrés Oria, opina que la regulación es imprescindible para limitar los abusos que se están dando en la actualidad. «Se hacía inevitable, para acabar con el saqueo de recursos naturales. Hay zonas de España con mucha producción que son literalmente saqueadas por personas que recolectan grandes cantidades con una actitud casi militar», afirmó Oria.
La tendencia de los últimos años ha puesto de manifiesto un notable retraso en el inicio de la temporada micológica, debido a la ausencia de humedad en las zonas de recolección durante los meses de agosto y septiembre, un fenómeno que se ha repetido esta campaña, por lo que se prevé más breve, pero no necesariamente peor de lo normal.
La falta de lluvias a lo largo del periodo estival conlleva a la rebaja notable de especies como el níscalo (lactarius deliciosus), que solo se podrá encontrar en grandes cantidades en Palencia en zonas de la Valdavia y La Ojeda, los dos únicos lugares en los que se registraron tormentas a lo largo del verano. Prueba de la escasez de este hongo en los pinares de la provincia es su precio actual en el mercado, que ronda los 30 euros el kilo.
En lo referente a la seta de cardo, que cada año atrae a la mitad sur de la provincia a numerosos aficionados dispuestos a llenar sus cestas, la temporada ha comenzado bien y su precio en el mercado puede ascender hasta los 40 euros el kilo.
La estrella de la campaña volverá a ser el boletus pinícola, una especie muy apreciada que suele aparecer en los pinares de la mitad norte, sobre todo en Osorno y Saldaña. El año está siendo bueno para esta especie en zonas del norte de España, pero en Palencia aún no se ha visto mucho. La gran presencia de boletus en zonas como Galicia ha hecho que el precio de mercado baje drásticamente hasta los 35 euros, aproximadamente, a pesar de que en Palencia no han hecho aún acto de presencia.
Uno de los hechos que más llama la atención a los recolectores de setas que copan los pinares y perdidos de las tierras palentinas es la bajada de la media de edad de los recolectores. Hace unos años el perfil del recolector era el de un hombre de mediana edad, pero la llegada de la crisis y el elevado número de parados ha hecho que los jóvenes desempolven sus cestas con el objetivo de vender sus setas, comerlas o simplemente de ocupar las horas del día.
Esta novedad ha sido observada por Juan Andrés Oria de Rueda. «La realidad social que vivimos hace que los hábitos de la gente cambien y en la actualidad los recursos micológicos son un bien del que se benefician muchas familias en malos momentos económicos», apunta este experto en micología.