Viendo el carro pienso en el servicio que hacían los viajes que daban, lo que nos divertiamos algunos subiendo en marcha, y esa musiquilla, era un sonido inconfundible cuando se acercaban o alejaban, los mas avispados sabian incluso si era de uno o de otro.
De su fabricación y conservación nos podría decir muchas cosas el bueno de Satur, hijo del señor Fidel carretero de Tarilonte, y además lo hará con gusto porque disfruta mucho contandonos cosas de antes.
De su fabricación y conservación nos podría decir muchas cosas el bueno de Satur, hijo del señor Fidel carretero de Tarilonte, y además lo hará con gusto porque disfruta mucho contandonos cosas de antes.