Esta foto me recuerda las peregrinaciones de los pueblos de la zona de la peña palentina al santuario de Nuestra Señora del Brezo. Las mismas (antes a pie, ahora vehiculizados )además de manifestar su devoción a la Virgen, son una verdadera fiesta difícil de olvidar: la santa misa, la comida en la explanada, los cantos y juegos que se van sucediendo.Navidad, Pascua, San Mateo, todo el año es propicio para darse una escapada hasta este santuario .