¡Qué hermoso es encontrar en Internet la foto de la iglesia del pueblo y los comentarios de quienes hemos pasado nuestra infancia en el pueblo! Y recordar las tradiciones, como los garbanzos... Hasta el burro del tío Adolfo es famoso en Buenos Aires. ¡Cómo tomaba de la bota llena de vino endulzado con miel! ¡Y cómo terminaba el pobre! Y por supuesto, que nunca hemos comido garbanzos más sabrosos... El pueblo está cada día más guapo con sus pistas de la concentración, su monte, sus venados, su nueva casa rural... Un lugar para oxigenarse unos días y olvidar el stress del trabajo.
Un abrazo para todos. Desde Buenos Aires, Marce.
Un abrazo para todos. Desde Buenos Aires, Marce.