¿tienes una panadería?

VILLAVERDE DE LA PEÑA: Villaverde de la Peña A Villaverde se puede acceder...

Villaverde de la Peña

A Villaverde se puede acceder por un camino cementado a la izquierda de la carretera que pasando por el cementerio de la localidad accede al pueblo, o directamente continuando por esta C- 626 que nos conduce al cruce siguiente en el que se asienta su núcleo principal, mayoritariamente en el margen izquierdo de su corta travesía.
A la derecha apenas unas pocas construcciones, entre otras sus antiguas escuelas, hoy lugar suigéneris de reunión comunal con un pequeño jardín vallado previo, y un camino que desciende hacia el arroyo que recorre el valle para llegar un trecho más adelante a una explotación de extracción de arena y a 1.200 m. Del cruce, el apeadero de la línea FEVE denominado Villaverde-Tarilonte. Un apeadero recientemente restaurado con un andén alto con bancos y una zona abierta bajo dos negros depósitos elevados, con ornamentadas pilastras y una pared de pavés que lo resguarda.

Toda esta zona muy frondosa da paso también a una vivienda junto a dicho apeadero.
Volviendo hacia el centro de la localidad y cruzando la travesía, varias calles ascendentes hacia la zona alta de su caserío –ahora cortadas por obras de infraestructura– nos conducen hacia la izquierda a una placita sobre la que se asienta el centro de turismo rural de “La Requejada” sobre una bella construcción en piedra con entrada de arco de medio punto y una terraza vallada previa sobre la que se ha edificado un porche que da cobijo a dos ó tres mesas para el esparcimiento o la comida, un bonito patio con el bello brocal de un pozo y la entrada al pequeñito bar con apenas 2 mesas y una mínima barra que atienden con prontitud. Desde este recinto se podía escuchar el sugerente estallido de las brasas de la chimenea del centro rural.

Este centro de “La Requejada” –de los mismos dueños que la “Posada de la Dirección”, unos vallisoletanos probablemente enamorados de la zona– tiene 6 habitaciones dobles, con 12 plazas.
Junto a este Centro de Turismo Rural hay otras construcciones interesantes y, junto a una de ellas, una solitaria canasta de baloncesto.

Más allá se encuentra su iglesia de Ntra. Sra. De las Candelas, dominante y elevada sobre una terraza previa amurallada, con un alto porche sobre dos esbeltas columnas pétreas (una tercera está exenta y solitaria sin sujetar nada), una interesante portada de varias arquivoltas, la exterior ornamentada, y una curiosa escalera de subida a la sencilla y enfoscada torre cuadrada. Escalera que luce en un lateral unas peculiares formas.

Junto a la iglesia y a la pequeñita plaza triangular con jardín intermedio en desnivel que se forma en su cara sur, se encuentra el antiguo lavadero popular.
Otra casa completamente rosa –de oscura carpintería– y otra más allá ocre o absolutamente granate nos da idea del colorido constructivo de esta localidad.


A la salida de Villaverde, un abandonado parque infantil tras la parada del autobús, denota su escasa utilización. Y, un poco más adelante, el peculiar Mesón Anduriña, de nombre gallego por el origen de alguno de sus dueños, extrañamente ubicado en parte de la planta baja de una irregular construcción que sólo cuando hay vehículos parados frente a su fachada denota que está abierto. Un mesón orientado a los transeúntes de la carretera y, parece, con bastante éxito.