Amidio Cantera Díez tenía 14 años cuando escuchó hablar por última vez a su padre, Julián Cantera Cantera, de 43, concejal de
Villaviudas (
Palencia) en la II República. “Si me vais a matar, que sea delante de mis hijos”, le espetó a un jefe falangista. “No te apresures Julián, que no te va a pasar nada”, le contestó este frente a su
casa la
noche del 13 de agosto de 1936, la misma en la que lo fusilaron entre
Magaz de Pisuerga y el
Monasterio de la Trapa. Ahora, Amidio, de 89 años, lo cuenta junto
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