"En la primera mitad de este siglo, se dio forma institucional, en el mes de mayo, a las rogativas que, desde inmemorial tiempo, de manera continuada, celebraban la villa con los veinticinco lugares solariegos al Santuario del Valle. El rito se consagró como un canon el día que señalaba el Ayuntamiento de Villa y Tierra y luego la Junta de Vigilancia. Acudían los fieles con las cruces procesionales y los pendones de cada parroquia. El fulgor de la
primavera se adornaba, a través de campos y veredas, con las gentes de la tierra cargadas con la ilusión de llegar a los pies de Santa María del Valle: era “El Día de los 25”. Algunas cruces destacaban por su extraordinario valor artístico como las de San Llorente del Páramo, San Martín del Valle, Bustillo de la Vega, Lagunilla, Velillas del Duque, o Valcavadillo, pero todas
desfilaban procesionalmente con orgullo y veneración. El símbolo de la ofrenda era media libra de cera que llevaba cada Concejo. Paulatinamente se fueron uniendo a la comitiva todos los pueblos del alfoz."
Saldaña, la villa y su tierra solariega.- José María Caballero González
primavera se adornaba, a través de campos y veredas, con las gentes de la tierra cargadas con la ilusión de llegar a los pies de Santa María del Valle: era “El Día de los 25”. Algunas cruces destacaban por su extraordinario valor artístico como las de San Llorente del Páramo, San Martín del Valle, Bustillo de la Vega, Lagunilla, Velillas del Duque, o Valcavadillo, pero todas
desfilaban procesionalmente con orgullo y veneración. El símbolo de la ofrenda era media libra de cera que llevaba cada Concejo. Paulatinamente se fueron uniendo a la comitiva todos los pueblos del alfoz."
Saldaña, la villa y su tierra solariega.- José María Caballero González