Desde este
Balcón de Santiago, en la Peña de
Francia (un lugar jacobeo del
camino mozárabe, pese a que se desconozca), nuestra mirada va hacia el sur: las tierras extremeñas y hurdanas son las que contemplamos, desde esta inmensidad de la altura sagrada.
Y tal mirada nos estremecía de niños, cuando, protegidos por las manos del abuelo, mirábamos con ojos aurorales esta misma inmensidad, intuyendo lo infinito, que nos hacía temblar siempre
José Luis
Puerto