En las tardes de
verano mientras
siesta, algo extraordinario sucede en
Aldearrubia.
Montamos cuatro colegas míos y yo en un
coche antiguo que nos llamó la atención. El famoso SEAT 600 en los años 70. Salimos de
Salamanca una tarde de verano y a 14km. de allí nos adentramos en Aldearrubia. Ese
santuario prerrománico subterranáneo de la
iglesia. El piso estaba repleto de esqueletos que no se podía pisar. Cada vez que dábamos un paso los huesos crujían por nuestras pisadas. De pronto, desde el suelo
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