POR EL RESTABLECIMIENTO DE VENTURA
- Aunque físicamente en la lejanía, pero muy próximo en el recuerdo, aprecio y estima emanados de las sensaciones que tu persona de hombre sencilla y llanamente bueno me producen, forjadas en una infantil convivencia y eventuales contactos actuales, deseo ardientemente tu pronta recuperación de la grave operación sufrida este domingo, por lo que por ello ruego a Dios,- que sin la menor duda me oirá-, para cuando te vea pasear por el pueblo, radiante de felicidad con tus nietos, te diga cariñosamente: “Ventura, ¡cuánto te envidio! ”, envidia que por mi parte, creo, durará felizmente muy poco. Vencerás y ganarás, Ventura, ¡claro que sí! Sé, querido Ventura, que estos propósitos no te llegarán ahora, pero, nunca se sabe cuando el empuje del deseo desborda sus cauces, cómo puede obrar el poder de la mente.
-Y a Feli, su esposa, y a sus hijos Belén y José Miguel, infundirlos, dentro de mi modesto pero sincero apoyo y aliento, ánimo, vigor y fortaleza en la completa seguridad, apoyados en sus fuertes convicciones de fe y esperanza, de su total restablecimiento para que, juntos y unidos, disfrutéis de larga vida, que así será. Saludos.
¡PAZ Y BIEN!
Paco García Sánchez.- Valladolid
- Aunque físicamente en la lejanía, pero muy próximo en el recuerdo, aprecio y estima emanados de las sensaciones que tu persona de hombre sencilla y llanamente bueno me producen, forjadas en una infantil convivencia y eventuales contactos actuales, deseo ardientemente tu pronta recuperación de la grave operación sufrida este domingo, por lo que por ello ruego a Dios,- que sin la menor duda me oirá-, para cuando te vea pasear por el pueblo, radiante de felicidad con tus nietos, te diga cariñosamente: “Ventura, ¡cuánto te envidio! ”, envidia que por mi parte, creo, durará felizmente muy poco. Vencerás y ganarás, Ventura, ¡claro que sí! Sé, querido Ventura, que estos propósitos no te llegarán ahora, pero, nunca se sabe cuando el empuje del deseo desborda sus cauces, cómo puede obrar el poder de la mente.
-Y a Feli, su esposa, y a sus hijos Belén y José Miguel, infundirlos, dentro de mi modesto pero sincero apoyo y aliento, ánimo, vigor y fortaleza en la completa seguridad, apoyados en sus fuertes convicciones de fe y esperanza, de su total restablecimiento para que, juntos y unidos, disfrutéis de larga vida, que así será. Saludos.
¡PAZ Y BIEN!
Paco García Sánchez.- Valladolid