ALDEASECA DE LA FRONTERA: Por cierto, Jesús y Paco, me olvidé antes de decirlo,...

LOS QUINTOS, PLANTAR EL MAYO, CORRER LOS GALLOS

Presentaré en forma muy esquemática dos tradiciones de nuestro pueblo ligadas ambas a LOS QUINTOS. Espero que alguien amplie estos breves apuntes.

LOS QUINTOS

Los quintos eran los jóvenes que al cunplir la mayoría de edad (18 años) se iban a hacer el servicio militar. Y digo eran, en pasado, porque hoy el servicio militar obligatorio ha desaparecido.

PLANTAR EL MAYO

En toda Castilla existía la costumbre de plantar "El Mayo", actividad que correspondía ejecutar a los quintos de turno, los "mozos" que cumplian ese año los 18. En nuestro pueblo, El Mayo se colocaba en el centro de la plaza, más o menos. Tan sólo viví esta celebración hasta que tenía 10 años, de manera que mis recuerdos pueden estar bastante desdibujados. Creo recordar que se talaba un árbol verde (un pino) que se adosaba a un tronco largo y seco, de manera que "el árbol" resultante de la unión de ambos era a lo que llamábamos "El Mayo", que, de esta forma, tenía una altura bastante considerable. La copa se adornaba con diferentes objetos y trofeos, que daban vistosidad y colorido al árbol. Gatear hasta la copa, para hacerse con alguno de los trofeos, era algo complicado, puesto que el tronco había sido previamente tratado para que resultase resbaladizo. Recuerdo en particular (o al menos creo recordarlo) los cascarones de huevo vacíos, como formando cuentas de rosario, colocados en lo más alto. Me llamaban mucho la atención en aquella época en que era aún un niño. Creo que la proveedora de este material era la Señora Simpro, al disponer de mucha cáscara de huevo procedente de la bollería que se hacía en su panadería. Quizá esté yo en un error, Paco, de manera que es posible que la proveedora de cascarón de huevo fuese tu familia, que regentaba en aquella época la otra panadería del pueblo.

CORRER LOS GALLOS

Los quintos (creo que eran los quintos), tenían por costumbre organizar un juego, de raíces milenarias, que por su crueldad fue abandonado en España sobre los años 70 u 80 del siglo XX. Se trababa de pasar al galope, a lomos de un animal (caballo, mula, burro, o quizá también montando sobre una bicicleta, no recuerdo bien), con el fin de agarrar por el pescuezo a unos gallos colgados por las patas de unas cuerdas que, a su vez, estaban atadas a unos postes. Los quintos tiraban de la cabeza del gallo con el fin de arrancarla de cuajo del resto del cuerpo. Una forma realmente cruel de acabar con ellos.

Saludos a todo el foro desde Zaragoza, JE

Por cierto, Jesús y Paco, me olvidé antes de decirlo, (y bromeo al respecto, claro), San Antón debía apiadarse muy poco de aquellos pobres gallos de los que hablé en mi anterior mensaje, que después de muertos iban directamente a la cazuela...

Saludos de nuevo, JE