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A PROPÓSITO DE LA HISTORIA DE NUESTRO PUEBLO
Publica hoy el “Heraldo de Aragón”, el periódico de más tirada de esta tierra, que en marzo próximo se celebrará en Zaragoza un congreso sobre la historia de la enseñanza media en esta Comunidad Autónoma. Y con motivo de ello destaca que el “Instituto Goya” de Zaragoza conserva los expedientes académicos de sus alumnos desde 1845; y que entre los miles de documentos archivados en él se esconden las notas que obtuvieron ilustres aragoneses, como Luís Buñuel (el gran director de cine, que nos legó películas tan inolvidables como “un perro andaluz”, “La ilusión viaja en tranvía”, “Viridiana”, “Tristana”, “Ese objeto de deseo” o “El discreto encanto de la burguesía”; Fernando Lázaro Carreter (que fue catedrático y decano en la Universidad de Salamanca, y después Director de la Real Academia de la Lengua); Miguel J. Sender (novelista, periodista, autor de ensayos y relatos, y Premio Nacional de Literatura); o María Moliner (la célebre lexicógrafa autora del “Diccionario de uso del español”). También pasó por el “Instituto Goya” el político, poeta, pensador, filósofo y periodista cubano José Martí, una figura clave de Cuba (hijo de padres valencianos), que sigue siendo hoy respetado e idolatrado tanto por el Gobierno cubano como por los cubanos en el exilio.
Toda esto viene a cuento de que cada ciudad y cada pueblo, por pequeño que éste sea (como es el caso del nuestro) tiene su propia historia, sus tradiciones, sus personajes…, y que es bueno rescatar y recordar todo ello, o, dicho de forma más clara, “pasarlo de nuevo por el corazón”, que es lo que significa, si echamos mano de sus raíces latinas, el verbo recordar.
En esa línea va ese proyecto de recuperar los “Juegos de ayer en Aldeaseca de la Frontera”, de los que ya tenemos puesta, entre unos y otros, mucha información en red, aunque sería bueno que se animase más gente a "recordarlos". En esa misma línea iría también la propuesta de Jesús sobre las tradiciones, o tantos otros datos, anécdotas, pésames, etc. que diferentes contertulios han ido reflejando aquí de manera progresiva.
A propósito de esto último, contaré hoy una anécdota que me viene con frecuencia a la memoria. He leído en diferentes páginas de Internet (incluido este foro) distintas versiones sobre un dicho que hay sobre Aldeaseca de la Frontera: Que es el pueblo de las tres mentiras, porque ni es aldea, ni es seca ni está en la frontera (aunque efectivamente lo estuvo en otro momento histórico).
Recuerdo que cuando se inauguró la electrificación de las huertas, hace ya medio siglo (más o menos), nuestro paisano Don Fausto Hernández (q. e, p. d.), médico del Aldeaseca en aquel momento, pronunció un discurso desde el edificio del Ayuntamiento, para un público que le escuchábamos desde la plaza. De su boca oí por primera vez que Aldeaseca de la Frontera era el pueblo de las tres mentiras, pues ni era aldea, ni estaba en la frontera y, además, con la electrificación de las huertas iba a convertirse en una tierra cda vez más mojada.
Saludos cordiales desde Zaragoza, JE
Publica hoy el “Heraldo de Aragón”, el periódico de más tirada de esta tierra, que en marzo próximo se celebrará en Zaragoza un congreso sobre la historia de la enseñanza media en esta Comunidad Autónoma. Y con motivo de ello destaca que el “Instituto Goya” de Zaragoza conserva los expedientes académicos de sus alumnos desde 1845; y que entre los miles de documentos archivados en él se esconden las notas que obtuvieron ilustres aragoneses, como Luís Buñuel (el gran director de cine, que nos legó películas tan inolvidables como “un perro andaluz”, “La ilusión viaja en tranvía”, “Viridiana”, “Tristana”, “Ese objeto de deseo” o “El discreto encanto de la burguesía”; Fernando Lázaro Carreter (que fue catedrático y decano en la Universidad de Salamanca, y después Director de la Real Academia de la Lengua); Miguel J. Sender (novelista, periodista, autor de ensayos y relatos, y Premio Nacional de Literatura); o María Moliner (la célebre lexicógrafa autora del “Diccionario de uso del español”). También pasó por el “Instituto Goya” el político, poeta, pensador, filósofo y periodista cubano José Martí, una figura clave de Cuba (hijo de padres valencianos), que sigue siendo hoy respetado e idolatrado tanto por el Gobierno cubano como por los cubanos en el exilio.
Toda esto viene a cuento de que cada ciudad y cada pueblo, por pequeño que éste sea (como es el caso del nuestro) tiene su propia historia, sus tradiciones, sus personajes…, y que es bueno rescatar y recordar todo ello, o, dicho de forma más clara, “pasarlo de nuevo por el corazón”, que es lo que significa, si echamos mano de sus raíces latinas, el verbo recordar.
En esa línea va ese proyecto de recuperar los “Juegos de ayer en Aldeaseca de la Frontera”, de los que ya tenemos puesta, entre unos y otros, mucha información en red, aunque sería bueno que se animase más gente a "recordarlos". En esa misma línea iría también la propuesta de Jesús sobre las tradiciones, o tantos otros datos, anécdotas, pésames, etc. que diferentes contertulios han ido reflejando aquí de manera progresiva.
A propósito de esto último, contaré hoy una anécdota que me viene con frecuencia a la memoria. He leído en diferentes páginas de Internet (incluido este foro) distintas versiones sobre un dicho que hay sobre Aldeaseca de la Frontera: Que es el pueblo de las tres mentiras, porque ni es aldea, ni es seca ni está en la frontera (aunque efectivamente lo estuvo en otro momento histórico).
Recuerdo que cuando se inauguró la electrificación de las huertas, hace ya medio siglo (más o menos), nuestro paisano Don Fausto Hernández (q. e, p. d.), médico del Aldeaseca en aquel momento, pronunció un discurso desde el edificio del Ayuntamiento, para un público que le escuchábamos desde la plaza. De su boca oí por primera vez que Aldeaseca de la Frontera era el pueblo de las tres mentiras, pues ni era aldea, ni estaba en la frontera y, además, con la electrificación de las huertas iba a convertirse en una tierra cda vez más mojada.
Saludos cordiales desde Zaragoza, JE