Desde pequeños siempre fuimos amigos. Eramos de la misma edad, tú unos meses mayor que yo. Fuimos juntos a la escuela, al instituto, estuvimos juntos en la mili y nos acompañamos en nuestras respectivas bodas. Después, la vida nos guió por diferentes caminos, pero a pesar de la distancia nuestra mistad siempre estuvo ahí.
Cuando hace unos días, me enteré de tu grave enfermedad, no podía dar crédito a lo que me estaban diciendo: "Caito está mal... se ha tenido que venir de Andorra".
Hoy, precisamente hoy, tenía pensado llamarte por teléfono para hablar contigo y darte ánimos, pero desgraciadamente no ha podido ser, "alguien" se ha cruzado en nuestro camino y lo ha impedido, de todas formas quiero que sepas que estés donde estés nuestra mistad siempre estará presente, amigo Caito.
No puedo olvidarme de tu familia, especialmente de Carmen y Carmen María, sólo deseo darles ánimos para que lleven de la mejor manera posible tú irreparable ausencia.
Hasta siempre Caito.
Fernando
Cuando hace unos días, me enteré de tu grave enfermedad, no podía dar crédito a lo que me estaban diciendo: "Caito está mal... se ha tenido que venir de Andorra".
Hoy, precisamente hoy, tenía pensado llamarte por teléfono para hablar contigo y darte ánimos, pero desgraciadamente no ha podido ser, "alguien" se ha cruzado en nuestro camino y lo ha impedido, de todas formas quiero que sepas que estés donde estés nuestra mistad siempre estará presente, amigo Caito.
No puedo olvidarme de tu familia, especialmente de Carmen y Carmen María, sólo deseo darles ánimos para que lleven de la mejor manera posible tú irreparable ausencia.
Hasta siempre Caito.
Fernando