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A la vez que agradezco, a cuantos se han manifestado, el extraordinario, sincero y cariñoso reconocimiento a Félix "El Maestro, deseo sumarme también, como "alumno",- porque, gracias a Dios, tuve la gran suerte de disfrutar muchísimos momentos de su compañía ejemplar, y de su extraordinario testimonio para "andar" por la vida-, con unos versos, sin la métrica debida pero com mucho amor.
A TI, FÉLIX, MAESTRO:
A ti, Félix, maestro, que fuiste dando
entre libros, mesas, niños, frontones y entorno, tu vida.
A ti, que diariamente renovaste tu ilusión de
vivir, convirtiéndote en eterno soñador
A ti, que en la dura tarea de la escuela, del deporte y de la vida, dejaste, lo mejor de ti mismo, permitiendo robarte el corazón, mientras enseñabas a vivir, a ser, a soñar, a amar.
A ti, Félix, que valoraste las cosas pequeñas
consciente de que en ellas siempre duermen grandes empresas y sublimes proyectos.
A ti, que supiste amar, que supiste dar luz,
que entendiste los secretos del corazón.
A ti, Félix que sentiste el paso de los años,
viendo en tus alumnos, convecinos, amigos, compañeros y familia el reflejo de cuanto nos diste.
Nunca olvidaremos tus consejos, tus testimonios en el “ser, en el “dar”, en el “sentir”, en el “tolerar”, en el “amar”.
Te llevaremos siempre en nuestro corazón esperando continúes, junto al Padre, velando por todos cuantos tuvimos la suerte de disfrutar de tu sana y ejemplar presencia, compañía y personalidad.
Gracias por todo y hasta siempre.
Tu primo-hermano Andrés, representando, seguramente, a los demás primos.
AHG, desde Santander.
A TI, FÉLIX, MAESTRO:
A ti, Félix, maestro, que fuiste dando
entre libros, mesas, niños, frontones y entorno, tu vida.
A ti, que diariamente renovaste tu ilusión de
vivir, convirtiéndote en eterno soñador
A ti, que en la dura tarea de la escuela, del deporte y de la vida, dejaste, lo mejor de ti mismo, permitiendo robarte el corazón, mientras enseñabas a vivir, a ser, a soñar, a amar.
A ti, Félix, que valoraste las cosas pequeñas
consciente de que en ellas siempre duermen grandes empresas y sublimes proyectos.
A ti, que supiste amar, que supiste dar luz,
que entendiste los secretos del corazón.
A ti, Félix que sentiste el paso de los años,
viendo en tus alumnos, convecinos, amigos, compañeros y familia el reflejo de cuanto nos diste.
Nunca olvidaremos tus consejos, tus testimonios en el “ser, en el “dar”, en el “sentir”, en el “tolerar”, en el “amar”.
Te llevaremos siempre en nuestro corazón esperando continúes, junto al Padre, velando por todos cuantos tuvimos la suerte de disfrutar de tu sana y ejemplar presencia, compañía y personalidad.
Gracias por todo y hasta siempre.
Tu primo-hermano Andrés, representando, seguramente, a los demás primos.
AHG, desde Santander.