AGRADECIMIENTO A MARI TERE
- Tenue y lentamente, se han ido apagando y consumiendo en este foro el afán y anhelo participativos que imperaba hace algún grato, inolvidable y recordado tiempo, como una lamparilla a falta de aceite que la mantuviera viva, pero, no obstante, ello no me ha impedido que todos, o casi todos los días, entrara en la página con el deseo de que algún mantenedor reavivara la mortecina llama, mejor dicho, la apagada torcida o mecha que, empapada de aceite volviera a brillar, y me encuentro, MARI TERE, con la agradable, placentera y complaciente enhorabuena que me das y deseos de felicidad que sientes por la venturosa, a la vez que ansiada y recientemente estrenada, con alborozo y júbilo, situación de abuelo, y tu interés por un rápida y pronta recuperación de mi intervención, que, ¡gracias a Dios! y con fe voy consiguiendo, y poco a poco la lograré totalmente.
- Pues bien, ¡estimada MARI TERE! En nombre de mi esposa, de mi hija y su marido, así mismo de mi hijo, y por supuesto de mi nieta, te doy las gracias de corazón, por tu felicitación a tan bello y glorioso acontecimiento y a tus entrañables deseos de mi recuperación, deseos, que estoy seguro que, Alguien más los oirá y concederá. Gracias, MARI TERE por ello, y que tus nobles y sinceros deseos hacia mí y mi familia reviertan, con creces, hacia ti y los tuyos. ¡Muchas gracias! Y espero y deseo saludarnos en el pueblo en fechas próximas, ¡si Dios quiere! Saludos
¡PAZ Y BIEN!
Paco García Sánchez.- Valladolid (Con mucho calor, como en todos los sitios)
- Tenue y lentamente, se han ido apagando y consumiendo en este foro el afán y anhelo participativos que imperaba hace algún grato, inolvidable y recordado tiempo, como una lamparilla a falta de aceite que la mantuviera viva, pero, no obstante, ello no me ha impedido que todos, o casi todos los días, entrara en la página con el deseo de que algún mantenedor reavivara la mortecina llama, mejor dicho, la apagada torcida o mecha que, empapada de aceite volviera a brillar, y me encuentro, MARI TERE, con la agradable, placentera y complaciente enhorabuena que me das y deseos de felicidad que sientes por la venturosa, a la vez que ansiada y recientemente estrenada, con alborozo y júbilo, situación de abuelo, y tu interés por un rápida y pronta recuperación de mi intervención, que, ¡gracias a Dios! y con fe voy consiguiendo, y poco a poco la lograré totalmente.
- Pues bien, ¡estimada MARI TERE! En nombre de mi esposa, de mi hija y su marido, así mismo de mi hijo, y por supuesto de mi nieta, te doy las gracias de corazón, por tu felicitación a tan bello y glorioso acontecimiento y a tus entrañables deseos de mi recuperación, deseos, que estoy seguro que, Alguien más los oirá y concederá. Gracias, MARI TERE por ello, y que tus nobles y sinceros deseos hacia mí y mi familia reviertan, con creces, hacia ti y los tuyos. ¡Muchas gracias! Y espero y deseo saludarnos en el pueblo en fechas próximas, ¡si Dios quiere! Saludos
¡PAZ Y BIEN!
Paco García Sánchez.- Valladolid (Con mucho calor, como en todos los sitios)