ALDEASECA DE LA FRONTERA: Mientras el mundo giraba, la voz de Jaime de Aldeaseca...

Mientras el mundo giraba, la voz de Jaime de Aldeaseca se esmeraba en el consejo moralista. Hoy que se fue con el último adiós, el mundo sigue girando y ya no se le escucha, pero se le recuerda. Fue un sabio guiador muy difícil de olvidar.

Dejó el sacerdocio católico y, para los efectos de su vocación orientadora, siguió siendo católico y sacerdote. Aunque desde entonces incorporó a su lenguaje la palabra viva, a veces dura, que podría desentonar ante el altar, pero que encajaba con gracia y fortaleza en los oídos de sus oyentes o en la comprensión de sus lectores.

Era creyente, simpático y útil.

Lo de creyente saltaba a la vista, porque florecía en esa mirada cálida que Dios suele poner en los ojos de sus elegidos.

Era simpático porque, como un profesor inteligente, acudía a la anécdota oportuna y chistosa como antesala de la enseñanza dramática.

Era útil porque más que aconsejar, guiaba; más que indicar el mejor camino, ofrecía su mano para cruzarlo juntos.

Sus programas radiales por Radio Mambí, en Miami, representaban el noble ejemplo de un servidor de la humanidad.

No era político, pero conocía al dedillo los oscuros vericuetos de la política.

Por eso, natural de Salamanca, se transformó en otro cubano más. Y lo hizo con extrema hondura.

Y era poeta.

Para él la Poesía tenía un significado especial, porque siempre acudía a ella para adornar sus palabras, que muchas veces eran arrancadas a un contundente prosaísmo, y en otras ocasiones destilaban ternuras líricas.

Era un comunicador nato, un consejero que, de repente, recitaba versos ajenos o propios, con esa regia sencillez convertida en charla amistosa, que era un anzuelo captador de prosélitos.

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Notas tomadas de Luis Mario, "El mundo girador de Aldeaseca"

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Saludos cordiales desde Zaragoza, JEPP