De la carta de Santa Mónica a su hijo San Agustín
La muerte no es nada
No he hecho más que pasar al otro lado
Yo sigo siendo yo
Vosotros seguís siendo vosotros
Dadme el nombre que siempre me disteis
Habladme como siempre me hablasteis
No empleéis un tono distinto
No adoptéis una expresión solemne ni triste
Sonreíd y pensad en mí, habladme
Que mi nombre se pronuncie en casa como siempre lo fue
Sin énfasis alguno
La vida es lo que siempre fue, el hilo no se ha cortado
No estoy lejos
Sólo a la vuelta del camino
Volveréis a encontrar mi corazón
Desde Zaragoza con cariño
6 de marzo de 2012
La muerte no es nada
No he hecho más que pasar al otro lado
Yo sigo siendo yo
Vosotros seguís siendo vosotros
Dadme el nombre que siempre me disteis
Habladme como siempre me hablasteis
No empleéis un tono distinto
No adoptéis una expresión solemne ni triste
Sonreíd y pensad en mí, habladme
Que mi nombre se pronuncie en casa como siempre lo fue
Sin énfasis alguno
La vida es lo que siempre fue, el hilo no se ha cortado
No estoy lejos
Sólo a la vuelta del camino
Volveréis a encontrar mi corazón
Desde Zaragoza con cariño
6 de marzo de 2012