Aprovechando estos días de vacaciones, vuelvo a incorporarme al foro. Veo que en los últimos meses se han mandado, por José Emilio y Paco, unos magníficos escritos sobre las campanas de la torre y sus toques. He aprendido mucho con esos mensajes. Por supuesto que los voy a imprimir y guardarlos en mi carpeta de recortes sobre Aldeaseca. Por cierto, ¿sabéis cómo se llaman las campanas, qué nombre llevan grabado? Bueno, algún día volveremos sobre ello.
En las últimas semanas, Paco ha mandado un auténtico -y yo diría, exhaustivo, porque creo que no ha dejado aspecto alguno sin tocar- ensayo sobre las costumbres inherentes a las bodas y sus antecedentes, afortunadamente la mayoría hoy día desaparecidas, como él mismo dice, salvo lo de los bollos maimones, que todavía hay quien sabe hacerlos -José Emilio, por ejemplo (también guardaré la receta que acabas de mandar)- ¡Qué envidia me daba cuando, siendo monaguillo, teníamos que llevar los dos bollos maimones de cada boda a la casa parroquial!
Antes de ese amplísimo ensayo, Paco abrió un capítulo nuevo de nuestra historia y de nuestra cultura: la artesanía y los artesanos. Porque no toda la gente vivía directamente de la agricultura en Aldeaseca. También había muchos y magníficos artesanos en nuestro pueblo, auténticos artistas, como decía Paco refiriéndose al Sr. Pepe, el herrero, porque con sus manos creaban herramientas y utensilios realmente bellos. Conservo algunos de esos objetos. ¡Lástima que, después de escribir sobre el trabajo del Sr. Julio, el tejero, nadie haya seguido con este tema!. Aquellos artesanos solían ser -quizás por el trato continuo con la gente- personas muy amables, de un trato muy agradable. Al menos así los recuerdo y así lo dice Paco cuando habla del Sr. Pepe y del Sr. Julio.
Aunque Andrés, en su último mensaje, menciona el tema de la desviación de la carretera, nadie ha escrito sobre este asunto. Por lo que creo que es interesante, por si alguien todavía no lo conoce, referirme hoy a la publicación, en el Boletín Oficial de hace unas semanas, de la declaración de impacto ambiental de la variante de la carretera de Aldeaseca.
A principios del año pasado, la Junta publicó cuatro posibles proyectos para desviar la carretera: tres al oeste del casco urbano (dos cercanos al pueblo y otro bastante más alejado) y uno por el lado este, también muy alejado del casco urbano y que enlazaba directamente con la carretera de Zorita en su cruce con el camino de Nuestra Señora o de la Ermita. Hubo un tiempo para presentar alejaciones y ahora se ha contestado a las mismas y se ha publicado la declaración de impacto ambiental favorable de la alternativa llamada Oeste 1A. La Junta ha descartado -en mi opinión, acertadamente, porque ya sabemos que los pueblos alejados de las vías de comunicación son pueblos condenados a quedarse sin vida y a desaparecer- los dos proyectos más alejados del casco urbano, así como el que partía de lo que llamamos "el primer alto" y pasaba muy cerca del pueblo donde comienza el camino de El Monte. La alternativa que ha elegido la Junta parte del "segundo alto" (el del Pinar), dejando, por tanto, fuera de la nueva carretera las piscinas municipales. Lo que traerá, sin duda, mucha tranquilidad para todos y debería traer también una potenciación de toda esa zona verde.
Después de atravesar el arroyo de la Cruz Caída (¿a que es bonito ese nombre: el arroyo de la Cruz Caída? Algún día deberíamos escribir sobre la toponimia de nuestro término municipal, nos encontraríamos cosas interesantes), pasa muy cerca del casco urbano y viene a enlazar con la actual carretera pasado el puente de El Carcabón. En todo caso, ¡que comiencen pronto las obras!. Hoy ya desde Salamanca, Jesu.
En las últimas semanas, Paco ha mandado un auténtico -y yo diría, exhaustivo, porque creo que no ha dejado aspecto alguno sin tocar- ensayo sobre las costumbres inherentes a las bodas y sus antecedentes, afortunadamente la mayoría hoy día desaparecidas, como él mismo dice, salvo lo de los bollos maimones, que todavía hay quien sabe hacerlos -José Emilio, por ejemplo (también guardaré la receta que acabas de mandar)- ¡Qué envidia me daba cuando, siendo monaguillo, teníamos que llevar los dos bollos maimones de cada boda a la casa parroquial!
Antes de ese amplísimo ensayo, Paco abrió un capítulo nuevo de nuestra historia y de nuestra cultura: la artesanía y los artesanos. Porque no toda la gente vivía directamente de la agricultura en Aldeaseca. También había muchos y magníficos artesanos en nuestro pueblo, auténticos artistas, como decía Paco refiriéndose al Sr. Pepe, el herrero, porque con sus manos creaban herramientas y utensilios realmente bellos. Conservo algunos de esos objetos. ¡Lástima que, después de escribir sobre el trabajo del Sr. Julio, el tejero, nadie haya seguido con este tema!. Aquellos artesanos solían ser -quizás por el trato continuo con la gente- personas muy amables, de un trato muy agradable. Al menos así los recuerdo y así lo dice Paco cuando habla del Sr. Pepe y del Sr. Julio.
Aunque Andrés, en su último mensaje, menciona el tema de la desviación de la carretera, nadie ha escrito sobre este asunto. Por lo que creo que es interesante, por si alguien todavía no lo conoce, referirme hoy a la publicación, en el Boletín Oficial de hace unas semanas, de la declaración de impacto ambiental de la variante de la carretera de Aldeaseca.
A principios del año pasado, la Junta publicó cuatro posibles proyectos para desviar la carretera: tres al oeste del casco urbano (dos cercanos al pueblo y otro bastante más alejado) y uno por el lado este, también muy alejado del casco urbano y que enlazaba directamente con la carretera de Zorita en su cruce con el camino de Nuestra Señora o de la Ermita. Hubo un tiempo para presentar alejaciones y ahora se ha contestado a las mismas y se ha publicado la declaración de impacto ambiental favorable de la alternativa llamada Oeste 1A. La Junta ha descartado -en mi opinión, acertadamente, porque ya sabemos que los pueblos alejados de las vías de comunicación son pueblos condenados a quedarse sin vida y a desaparecer- los dos proyectos más alejados del casco urbano, así como el que partía de lo que llamamos "el primer alto" y pasaba muy cerca del pueblo donde comienza el camino de El Monte. La alternativa que ha elegido la Junta parte del "segundo alto" (el del Pinar), dejando, por tanto, fuera de la nueva carretera las piscinas municipales. Lo que traerá, sin duda, mucha tranquilidad para todos y debería traer también una potenciación de toda esa zona verde.
Después de atravesar el arroyo de la Cruz Caída (¿a que es bonito ese nombre: el arroyo de la Cruz Caída? Algún día deberíamos escribir sobre la toponimia de nuestro término municipal, nos encontraríamos cosas interesantes), pasa muy cerca del casco urbano y viene a enlazar con la actual carretera pasado el puente de El Carcabón. En todo caso, ¡que comiencen pronto las obras!. Hoy ya desde Salamanca, Jesu.
Nombre de las campanas, según tamaños:
Santa María, San José, Sagrado Corazón y Pascualeja.
La segunda campana, San José, no la hemos conocido. Las campanas que se tocaban en los arrebatos o en los entierros eran Santa María que era la mayor, en la pared sur, y Sagrado Corazón en el hueco de la pared este. Por último la Pascualeja, la más pequeña, en el hueco norte, se tocaba desde la sacristía, para entrar a misa.
Un Saludo
Fely
Santa María, San José, Sagrado Corazón y Pascualeja.
La segunda campana, San José, no la hemos conocido. Las campanas que se tocaban en los arrebatos o en los entierros eran Santa María que era la mayor, en la pared sur, y Sagrado Corazón en el hueco de la pared este. Por último la Pascualeja, la más pequeña, en el hueco norte, se tocaba desde la sacristía, para entrar a misa.
Un Saludo
Fely