Mi enhorabuena para Andrés Martín Martínez. Por fin se decidió a asomarse a la ventana de su pueblo. Al lado de esta bella estampa que en la realidad tardaremos mucho en volverla a ver, obviamente has de sentirte como en un sueño que te remonta a muchos años atrás, a la nostalgia de tu infancia, cuando este fenómeno meteorológico hacía honor al refrán que, precisamente relacionado con tu onomástica, decía así: "la nevada de San Andrés (30 de noviembre), o treinta días antes o treinta después". Te lo dedica el amigo que tú sabes con un saludo afectuoso.
Casi cada mañana de los días en que transito la calle Santa Clara de esta singular e histórica ciudad de Zamora en la que habito desde hace ya varios años, cada día me cruzo caminando por acera distinta con ese aldesequino de pro llamado Andrés Martín Martínez, que a su vez lo hace en sentido contrario con ritmo marcial, momento que ambos aprovechamos para intercambiar un cordial saludo, ciertamente parco en palabras muy al estilo de nuestra tierra, austera en tantas cosas y en esto también.
Aldeaseca de la Frontera me trae muchos recuerdos de mi infancia y de mi adolescencia. Es por ello por lo que, desde mis inicios en esta página teniendo como fondo esa bellísima estampa de "Iglesia Nevada" al referirme a la que sirve de Templo Parroquial, me vi agradablemente sorprendido con las magnmíficas instervenciones de varios paisanos, todos ellos hijos de este pueblo, pero como en tantos otros de la Meseta castellano-leonesa, alejados de su patria chica por obvias necesidades de que el pueblo en que nacieron se les quedó pequeño.
Una vez más, cuatro años después, EFE quere enviaros a todos un cordialísmo saludo.
Aldeaseca de la Frontera me trae muchos recuerdos de mi infancia y de mi adolescencia. Es por ello por lo que, desde mis inicios en esta página teniendo como fondo esa bellísima estampa de "Iglesia Nevada" al referirme a la que sirve de Templo Parroquial, me vi agradablemente sorprendido con las magnmíficas instervenciones de varios paisanos, todos ellos hijos de este pueblo, pero como en tantos otros de la Meseta castellano-leonesa, alejados de su patria chica por obvias necesidades de que el pueblo en que nacieron se les quedó pequeño.
Una vez más, cuatro años después, EFE quere enviaros a todos un cordialísmo saludo.