Entre fiestas y celebraciones y la imposibilidad de disponer libremente de Internet y sí a caridades de mis sobrinos para su uso sin limitaciones, pero en honor de la mesura y la prudencia no es aconsejable el abuso de tan sincero ofrecimiento, han sido los motivos de la tardanza en leer los nuevos, substanciosos e interesantes mensajes de las últimas fechas. Después de este breve introito, quiero dar sinceramente la bienvenida al Foro y saludar gratamente la incorporación de MAR. He sido el que en el último de los escritos ha insistido con constancia, firmeza y tesón, exponiendo mis razonamientos, para que las personas, que a través de pseudónimos ocultaban su personalidad, se identificaran. MAR arremete, aunque posteriormente dulcifica y suaviza sus exabruptos, arremete como digo, contra los que pedimos ese conocimiento, tachándonos de verduleras, para que una vez sabida y conocida la persona, ponerla, según ella, de chupa de dómine o ponderando e hiperbolizando sus cualidades o defectos en función y dependiendo del origen, estatus social y cultural, perteneciente a alta cuna o baja cama, alcurnia, ascendencia, linaje o estirpe, chismeando con todo ello, en bares, salidas de misa, solanas y corros de vecindad, perdiendo y deshonrando el espíritu y sentido del Foro. Aconsejaría y recomendaría a MAR que releyera todos los escritos detenida, tranquila y reflexivamente. Muchos de los que intervenimos en el Foro, llevamos tres años más o menos, Andrés Hernández posiblemente lleve más, y otros feliz y gratamente incorporados más tarde, bien por desconocimiento de la página, por renuentes o remisos en ese momento a ello o por diferentes motivos que no vienen al caso, es igual, pero todos con un único sentido, espíritu y filosofía: de hacer partícipes, con nuestro recuerdo y sentimiento, de vivencias, costumbre y anécdotas de nuestra infancia y juventud, de momentos dulces, felices y amargos, gratos e ingratos, de nuestras primeras e infantiles amistades. Traer a la memoria a aquellas queridas personas que han tenido un significado especial, hondo y profundo como testimonio de un sentimiento y como ejemplares transmisores de “saberes” y conocimientos. Nos hemos unidos en el dolor, pesar y sentir con las personas que han padecido y tenido pérdidas familiares, que desgraciadamente, han sido muchas en poco tiempo. Se ha alabado, elogiado, censurado, reprobado, juzgado y criticado con corrección, aciertos y errores y denunciado anomalías de nuestros regidores municipales. Ha habido debates apasionados, intensos y enérgicos, entre partidarios y opositores a la instalación de la fábrica de transformación de productos. A algunos vecinos fallecidos, por su peculiar, singular y destacada personalidad, se los ha hecho, sin detrimento, quebranto y menoscabo de los demás, un especial recordatorio. Se ha distinguido con elogios merecidísimos a todos los vecinos de una y otra edad y condición por su excelente colaboración y pronta disposición y contribución con la colaboración en las fiestas, en beneficio y disfrute del pueblo y en ocasiones en perjuicio de ellos mismos, robando tiempo a su ocio. Infinidad de personas que, por lejanía o motivos laborales y otras obligaciones que los impide frecuentar el pueblo todo lo que desean, han gozado, disfrutado a través de este Foro, con las informaciones recibidas de su pueblo, que los hacía virtualmente presentes y vivientes en Aldeaseca. ¿Esto es verdulería o chismorreo? Creo que no. Nunca se deben de juzgar actos, situaciones, comportamientos y pensamientos de otros que tú no harías. Quedémosnos con lo mejor de cada persona. Olvidemos lo otro. En cuanto al derecho y preservación y guarda de la intimidad y personalidad, es el mismo que tengo yo y me asiste, que cuando alguien se dirige a mí, conocerlo. Es paradójico y contradictorio que en la constante y continua proclama, exaltación y glorificación que nuestros conductores y dirigentes de la ética, moral y buenas costumbres hacen hasta el paroxismo de las bondades para la humanidad de las relaciones sociales, conocimientos y contactos humanos, más cerramos a los demás la puerta del conocimiento de la persona, con las llaves de la intimidad, códigos secretos y resto de cerrojos. Mostremos nuestras virtudes y defectos, tal cual. No es posible una relación, un trato, un contacto personal fructífero y provechoso, sin conocimiento mutuo. La relación y el conocimiento o el conocimiento y la relación son paralelos y se complementan. Desconozco cuál de los dos conceptos produce la causa-efecto Los latinos tenían un axioma que decía: NADA SE AMA SI NO SE CONOCE. ¿Qué serían del amor, de la amistad, de las relaciones interpersonales si todos ocultáramos en un arca dorada cerrada con siete llaves, nuestra personalidad? Por mi condición de participante en este foro y mi identidad manifestada, destapada y puesto al descubierto sin prejuicios, he intercambiado saludos, dialogado y cambiado impresiones sobre los contenidos del foro, con personas de frecuente trato y con otras de tardío contacto por tiempo transcurrido sin vernos. Han surgido dudas sobre identidades y que fueron disipadas. Constato y compruebo que existe bastante interés por los contenidos del foro y lo que en él se manifiesta. En tertulias de sobremesa familiares hemos mantenido debates diversos, entre lo que se encontraba el Foro. Posiblemente MAR, CLARA, etc. hayan estado estos días en el pueblo disfrutando de las fiestas y hasta nos hayamos intercambiado un saludo protocolario o afectuoso, y en todo caso haber entablado una conversación siendo el foro complicidad soslayada de ese inicio, obstaculizándolo e impidiéndolo la dichosa intimidad.. Aunque posiblemente sean otros los motivos para eludir esa comunicación personal. Quiero terminar con una pregunta a modo de reflexión: ¿Cuál sería nuestra reacción si nos hallamos tranquilamente disfrutando de paz y tranquilidad, gozando de los nuestros en nuestra casa y suena el teléfono y descolgándolo preguntamos con el consabido “DÍGAME” y al otro lado alguien se nos presenta con: “ ¡HOLA! SOY NIÑOPERRO”?. Nuestro sobresaltado y pasmado semblante sería el producto de una sacudida violenta del cuerpo y de una contenida rabia de indignación. Yo colgaría. ¡En fin! Con tanto derecho a la sacrosanta, improfanable e inviolable intimidad, dan a uno ganas de seguir los pasos de Rosina, Andrés Hernández y Andrés Martín. Me cuesta hablar con espíritus literarios. No sólo se conoce a la persona por sus ideas. Es conveniente conocer algo de su ser, de su persona. Corroboro y mantengo lo dicho y expresado sobre el concepto de la identidad. Andrés, magnífico y contundente tu escrito del 13 de Agosto. Saludos a todos.
¡PAZ Y BIEN!
Paco García Sánchez.- Desde Aldeaseca de la Frontera
¡PAZ Y BIEN!
Paco García Sánchez.- Desde Aldeaseca de la Frontera