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ALDEASECA DE LA FRONTERA: DE LA FIESTA Y OTROS ASUNTOS...

DE LA FIESTA Y OTROS ASUNTOS

- Antes de iniciar el escrito, doy la bienvenida cordialmente, para que su intervención sea habitual y nos honren con sus recuerdos y manifestaciones, a CRIS y RUTH. ¡Sed bienvenidas!

- Después de muchos años disfrutando y celebrando las queridas y entrañables fiestas de San Isidro, este año, por motivos ajenos a mi voluntad y de fuerza mayor, se han roto mis deseos y quebrado mis ilusiones engendrados y forjados, a lo largo del año, en la esperanza que supone el atractivo de su pronta llegada, no pudiendo este año, por tanto, gozar de ellas; no obstante, superados felizmente los problemas y salvados los obstáculos causantes de mi adversidad, el sábado por la tarde llegué con mi familia al pueblo, porque el domingo teníamos que acompañar a nuestra querida sobrina en el día de su primera comunión en la vecina localidad de Paradinas, por lo tanto disfruté un poquito del ambiente vespertino del Sábado de San Isidro y que, según me informaron, ha sido atractivo y animado tanto en actos programados como en asistencia y concurrencia a las fiestas.

- Asistí el Sábado por la tarde a la misa del cabo de año del fallecimiento de Venturita y a la salida del acto religioso, tuve la ocasión de cambiar impresiones con algunos vecinos sobre diversos asuntos, primordialmente y provocados por mí, los relacionados con recuerdos de costumbres y celebraciones perdidas o aún mantenidas. Alguien hizo mención a la intervención que Fely hizo acerca de la llegada de los tractores, rememorando el David Brown rojo de D. Rodulfo, el Man de D. Fausto, el Deuzt de D. Andrés Gavilán, etc. etc. Yo recordé el Fiat Balilla negro de D. Rodulfo, sin especificar, por mi desconocimiento, ni la potencia, cilindrada y demás características, cuestiones, en aquellos tiempos, intrascendentales y triviales, influyendo más en nuestro ánimo y admiración la novedad y lo mágico de la incipiente automoción. Me causó asombro, cuando uno del grupo sacó a colación la existencia, para mí ignorada, de un Studebaquer propiedad de la familia Pescador, --Isidoro, Asun, Felisa y Dora--, asegurándome que aun existía tal auto. Son momentos gratos y gozosos de convivencia y parla con personas queridas que alegran momentos vitales y sencillos.

- A tenor de lo comentado más arriba, y a modo de réplica y sin que en mí exista ánimo de polemizar, quiero hacer a Fely unas reflexiones, precisiones y consideraciones acerca de los supuestos errores detectados, según él, en manifestaciones y opiniones, personales unas y documentadas otras, expresadas y vertidas en mi intervención sobre “EL LUNES DE AGUAS”.

- Por el paso del tiempo y la lejanía de los acontecimientos, observo y reconozco que mi memoria tiene ciertas nebulosidades y lagunas en el recuerdo, y necesito, por ello, apoyo de mentes más despejadas, y a ellas acudo en solicitud de ayuda cuando mis recuerdos son opacos y sombríos.

- Ante tu inflexibilidad y firmeza en la corrección de los supuestos errores, deduje que mi equivocación era palmaria y dije ¡date! y ¡gracias! por esclarecer el equívoco y dislate. Este fin de semana, como arriba señalé, mantuve conversaciones con diferentes personas sobre diversos asuntos entre los que se encontraban los supuestos errores que tú me corriges. He consultado, contrastado y corroborado mis opiniones con personas mayores, alguna con noventa años, y confirman mis recuerdos y concuerdan con lo expresado en mi intervención.

- Por tanto, “EL DOMINGO GORDO” y “EL DOMINGO DE SAN LÁZARO” son celebraciones diferentes, festejándose “EL DOMINGO GORDO”, así denominado porque era el día que se partía el chorizo “gordo”, el domingo de Carnavales,--a este domingo popularmente se le denomina erróneamente primer domingo de Cuaresma--, y “EL DOMINGO DE SAN LÁZARO” era, no según yo, sino conforme a la cronología, el quinto domingo de Cuaresma. Del acervo popular era un verso pareado que por aquel entonces circulaba y que decía:

LÁZARO, RAMOS
EN LA PASCUA ESTAMOS


- Decía así mismo en dicha intervención, y que lo mantengo, que además del “DOMINGO SAN LÁZARO”, --que era “la merienda” por antonomasia--, existían otros dos días de celebraciones gastronómicas, “DOMINGO GORDO”, hoy día creo que desaparecido como celebración y “LUNES DE AGUAS” de menor aceptación e interés y escaso arraigo en estas meriendas familiares y confraternales. Sobre este último, “LUNES DE AGUAS”, decía que en mis tiempos infantiles, no teníamos escuela por la tarde y que los mozos soltaban sus “pares” y dejaban su labor con tiempo suficiente para hacer una merienda distinta a la habitual, algo extraordinario, circunstancia que fue igualmente ratificada por las personas consultadas. Me reitero que “EL LUNES DE AGUAS”, era una celebración de menor entidad y escaso arraigo en cuanto a las celebraciones gastronómicas, y que con el transcurso del tiempo, se ha equiparado e incluso ha superado, por connotaciones de identidades regionales, --apreciación muy personal--, al “DOMINGO DE SAN LÁZARO”.

- En cuanto a la historia y leyendas del “LUNES DE AGUAS”, Fely amplía, gratamente, otras a las ya expresadas en mi intervención, algunas con criterios distintos y controvertidos, de donde se colige y se deduce que la historia puede derivar en leyendas populares, --aceptadas y admitidas fielmente como suceso verdadero--, que alteran la realidad de los acontecimientos por su idiosincrasia de tradición y de maravilla.

- La fiesta no era únicamente de los estudiantes, era de todo el pueblo de Salamanca. Por aquel entonces, el número de estudiantes, amén de los nativos, era ingente y arrastraba infinidad de personajes de todos los ámbitos y estratos sociales y laborales, y todos eran partícipes y beneficiarios del “disfrute” de los servicios de tales señoras, y por tal motivo salía, como he comentado, la ciudad en pleno a recibirlas de su obligado e impuesto retiro cuaresmal.

-El padre de Mancebía, peyorativamente llamado “Padre Putas”, --más tarde, para suavizar el concepto definitorio y por asimilación fonética, se le denominó “Padre Lucas”--, fuera elegido por los estudiantes según tu criterio o por las prostitutas según el mío, debía de contar con el beneplácito del Consistorio o de la autoridad competente e incluso jurar su cargo ante un escribano y hacer cumplir unas normas estrictas dictadas al efecto, en bien de la salud e higiene morales y sanitarias.

- Sobre el tema nos podíamos extender ampliamente, pero por hoy y sobre este asunto termino, y que no se vislumbre en ello una obstinación y empecinamiento absurdos en posesión, por mi parte de razones, sino más bien un intercambio de pareceres y criterios. Saludos.

¡PAZ Y BIEN!
Paco García Sánchez.- Valladolid (Tiempo tendente a calentar)